Casi un año lleva el Mandatario venezolano diciendo improperios al Jefe de Estado colombiano, pero cada vez menos obtiene respuesta de carácter diplomático

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Incluso antes de que se posesionara Iván Duque en la presidencia el 7 de agosto pasado, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, inició un bombardeo de críticas e insultos por la postura de este contra la dictadura del vecino país.

El pasado lunes dijo que autorizaba a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a responder a la “la oligarquía bogotana”, según dijo. No obstante, un pronunciamiento de este tipo que podría ser considerado como una amenaza, ni siquiera fue respondido por la Cancillería ni tuvo mayor eco en la opinión pública nacional, mostrando que tal vez aquí ya nadie le para bolas a sus palabras.

Este último episodio hasta el momento se dio porque Duque en una entrevista que concedió a un medio español dijo que la solución a la crisis en Venezuela pasa por la división de las Fuerzas Armadas, las cuales de hecho consideró ya “están totalmente fracturadas” frente al respaldo a Maduro Moros.

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Por ello el Mandatario venezolano dijo durante un acto con militares en conmemoración del 198º Aniversario de la Batalla de Carabobo y Día del Ejército: “Autorizo a nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana a responderle desde todos los espacios a la oligarquía bogotana y a decirle en la práctica, en la acción y con la palabra que hoy está más unida que nunca”.

Insistió Maduro: “autorizo a nuestra Fuerza Armada a responderle a Iván Duque con toda la fuerza y contundencia moral que merece”.

Sin embargo, el Mandatario venezolano no paró ahí y acudió al insulto personal, que ha sido una de sus estrategias más recurrentes contra Duque.

El domingo “declaró el patiquín del imperio Iván Duque contra nuestra Fuerza Armada, contra nuestro Ejército. Se asume ese bastardo oligarca como comandante en jefe de nuestra Fuerza Armada y habla de la división, de la ruptura de la Fuerza Armada”, espetó Maduro.

De igual forma ayer el ministro de Defensa de Venezuela, el general Vladimir Padrino López, dijo que el presidente Duque “pierde su tiempo intentando fragmentar nuestra unidad”.

El presidente Duque desde su llegada al poder culpó al régimen de Maduro por la crisis humanitaria que vive el vecino país, que ha obligado a cerca de 4,5 millones de personas a emigrar a otras naciones, entre estas a Colombia, donde se han asentado al menos 1,2 millón de personas.

No obstante, el ambiente se hizo más tenso tras la posesión de Maduro en enero pasado para un segundo mandato, que fue desconocido por Duque y 13 mandatarios más de Latinoamérica, Canadá y Estados Unidos, que se aglutinaron en el llamado ‘Grupo de Lima’, porque a su juicio su elección fue ilegítima porque no participó la oposición por la persecución en su contra, según esta denunció.

Además el presidente Duque, el Grupo de Lima y países de Europa y otros continentes reconocieron como presidente de Venezuela al diputado opositor Juan Guaidó, quien fue investido en el cargo por la Asamblea Nacional de Venezuela por considerar a Maduro usurpador del cargo.

Calificativos

En julio pasado cuando Duque estaba ad portas de posesionarse, Maduro dijo que “no me he aprendido el nombre del Presidente electo de Colombia. ¿Cómo se llama? ¿Cuque?”. Y añadió: “¿Va a presidir Colombia ahora, no? Va a presidir por Twitter. Uribe dirige Colombia, ahora, por Twitter”.

En octubre de 2018, Maduro apuntó que Duque es un “diablo” que encabeza un “gobierno peligroso” al servicio de Estados Unidos y contra la llamada revolución bolivariana. “Él tiene cara de angelito, ustedes lo ven y parece un angelito”, se mofó entonces.

En diciembre pasado indicó el Mandatario venezolano que “es un vasallo del imperialismo norteamericano. Iván Duque, un arrastrado del imperialismo norteamericano, un vasallo, un esclavo, un pelele del imperio norteamericano”.

En febrero pasado Maduro, molesto por la ayuda humanitaria internacional que se pretendía hacer ingresar a Venezuela desde Colombia con alimentos y medicamentos, dijo que “parece un tira piedra. Él tiene su cara de angelito, pero yo le agarraría los ‘cacheticos’ y le diría ‘Chucky’, ‘Chucky’, ‘Chucky’, eres el diablo en persona y te secarás por meterte con Venezuela”.

Por su parte Duque respondió en febrero pasado previo al fallido ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela que “a la dictadura de Venezuela le quedan muy pocas horas porque hay un nuevo régimen institucional que se está creando, gracias al trabajo de Colombia y otros países”.

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Hace dos semanas el presidente Duque indicó en una entrevista a CNN sobre el gobierno de Maduro que “ese régimen dictatorial está protegiendo a los peores criminales de Colombia”, en referencia que allí se esconde la dirigencia del Eln.

No más allá de las palabras

Alba Irene Sáchica, internacionalista e historiadora de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas de la Universidad de La Sabana, dijo a EL NUEVO SIGLO que “en esa vías diplomáticas se han perdido un poco los principios diplomáticos. Digo que uno y otro alza la voz muy fuerte sin medir las consecuencias en términos internacionales”.

Añadió que “lo que le resta a Maduro es desafiar, pero es un desafío que nunca va a llegar a términos reales en tanto que ninguno quiere una confrontación ni ningún país tercero va a apoyar una intervención o una confrontación armada. Creo que son más esos alardes de poder en términos de desafío, pero nada más”.

Dijo Sáchica que en estas declaraciones lo que se ve sería por “generar tensiones y decir ‘soy el poderoso’. Maduro tiene a toda la comunidad internacional en contra, pues lo único que le queda es vociferar cada vez que puede y obviamente desafiar. Y el Presidente nuestro que debería manejar todo desde la vía diplomática a veces se le van las luces y hace intervenciones que a mi juicio no son apropiadas porque somos vecinos en la frontera”.