Off the record | El Nuevo Siglo
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Domingo, 16 de Junio de 2019
Redacción Política

Baraja adelgazada

En los corrillos bogotanos están hirviendo las versiones en torno a cómo arrancará la campaña para la Alcaldía, que el próximo 27 de este mes comienza la cuenta regresiva de apenas 30 días para que los candidatos a la sucesión de Enrique Peñalosa se inscriban oficialmente. Se afirma, por ejemplo, que de los 11 aspirantes que hay en este momento, no todos se van a inscribir finalmente, ya sea porque consideren que no tienen opción real de pelear por llegar al Palacio Liévano o porque simple y llanamente darán un paso al costado para aliarse de entrada con otro candidato. En ese orden de ideas, solo entre siete y ocho aspirantes serían los que se inscribirían antes del 27 de julio, cuando vence el respectivo plazo.

 

¿Otra carta?

Pero no es la única versión que circula. No pocos conocedores de la política capitalina insisten en que hay una candidatura de un “peso pesado” que está a punto de darse a conocer. Tres serían los móviles que estarían detrás de esa sorpresiva aspiración: la primera, que hasta el momento ninguno de los nombres que están ya lanzados parecería ser capaz de competirle a la candidata Claudia López. La segunda que ninguno de los candidatos de centro y centro derecha pareciera estar dispuesto a dar fácilmente un paso al costado en favor de otro a la hora de concretar una alianza para hacer frente a una coalición de izquierda y centroizquierda, en donde sí parece que habrá disposición de los aspirantes de ese sector a una alianza. Y, en tercer lugar, que la campaña en realidad empezará en julio, cuando acabe la Copa América.

Frontera caliente

Las autoridades militares tienen la certeza de que hay una alianza entre disidencias de las Farc y frentes del Eln en zonas de Arauca y el Catatumbo, incluso para combatir a los “Pelusos”, es decir las facciones que sobreviven del antiguo Epl y que se dedican al narcotráfico y la minería ilegal como su principal fuente de financiación. Incluso hay indicios fuertes de que algunos cabecillas de esos frentes podrían estar pensando en crear una estructura armada independiente que tendría nexos con las fuerzas militares venezolanas para poder operar de forma coordinada en la zona de frontera. Se dice que esa connivencia entre la Fuerza Pública chavista y la guerrilla colombiana es la que tiene a no pocos altos mandos venezolanos pensando en pasarse a las toldas del presidente interino Juan Guiadó.

¿Deportaciones?

La nueva ministra de Justicia, Margarita Cabello, tiene muchos asuntos pendientes de solucionar en estas primeras semanas después de su posesión el martes pasado. Uno de ellos será, precisamente, el relativo a la cantidad de venezolanos que han sido encarcelados en Colombia en los últimos dos años por incurrir en distintos delitos. Se sabe que algunos parlamentarios son de la tesis de que el gobierno Duque evalúe la posibilidad de deportar a los extranjeros que estén condenados por delitos menores que se encuentren tras las rejas.