Caballos y eunucos | El Nuevo Siglo
Miércoles, 17 de Junio de 2020

La equitación es un deporte que exige, para un éxito, el adiestramiento de un animal, afortunadamente no racional, que integrado con su jinete realizan una actividad placentera para ellos dos y para los espectadores. Es una disciplina que a los caballos se les impacta física y mentalmente, trasmitiéndoles emociones que seducen y alegran al maestro y al discípulo. De ahí que se predique, con autoridad, que quién pretenda lograr esas metas debe aplicar procedimientos físicos y sicológicos. La experiencia prueba que la doma hay que hacerla amablemente, de lo contrario el potrillo asume unas instintivas reacciones que lo sublevan. Una de las mesuras que se recomienda es castrarlo, con cuidado y cariño, para que esa alienación no lo enajene afectivamente.

La maldición impuesta en el “paraíso terrenal” se concretó, básicamente, en convertir a los animales que Jehová creó, producidos de la tierra, seres vivientes, racionalizándolos, diferenciándolos de sus prójimos. “hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género…”

La racionalización fue el castigo por desobedecer las órdenes impartidas y de ahí en adelante para regular la conducta de estos animales la educación se hizo, necesariamente, indispensable para garantizar su sana sobrevivencia personalmente y la de su prójimo. La historia es la reseña de ese adiestramiento a los humanos, pedagogía que la neurosis del poder lleva a cabo con la férula y no con el amor que Jesucristo predicó como método convincente. “No resistáis al que es malo…No juzguéis para que no seáis juzgados”.

Pues bien, sumados estos predicados que anteceden, la imposición del castigo de la “cadena perpetua” que se intenta por el Congreso, en un Acto Legislativo, es una intención que rompe todas las teorías ancestrales de las comunidades del planeta, desde su descubrimiento. Hay que educar y no castigar y mucho menos a quienes no deben sufrir por culpa ajena, pues el Derecho Penal enseña que la pena es individual e intransmisible , por lo tanto si se impone la cadena perpetua esto es un castigo a los familiares del rematado que tendrán que sufrir toda su vida ese “secuestro”. Y para que se entienda este principio aquí invocado es oportuno resaltar que a la Vicepresidenta, Martha Lucia Ramírez, no tiene por qué castigarla por la conducta que a su hermano le imputaron y sentenciaron, es un atropello, arbitrariedad común en ejercicio del poder neurótico en este sistema. Pero claro que esto no aterra, pues el Derecho Penal en Colombia castiga al delincuente y a toda su familia, incluso con una pena que tiene que compartir durante toda su vida, perpetuamente.

Michel Foucault, al analizar la sexualidad, lleva a entender que las aberraciones, tales como la adicción, son una consecuencia de las alteraciones de la conciencia, por la equivocada educación y del corrupto medio ambiente en que se habita. (Parafilias). Antes que esa pena, debe practicarse un adiestramiento colectivo, o una castración psíquica, o física, como en la equitación.