Esto así no puede ser | El Nuevo Siglo
Miércoles, 11 de Julio de 2018

Es realmente aterrador lo que está sucediendo con los ya incontables asesinatos que se vienen cometiendo contra líderes sociales en los últimos dos años en las distintas regiones de Colombia. Lo más increíble es que haya personas que estén responsabilizando al nuevo gobierno de esta situación, cuando la posesión del mismo no es sino hasta el 7 de agosto, es decir en casi un mes, después de que tome posesión el nuevo Congreso de la República.

Así las cosas, es solo hasta el 7 de agosto que el Presidente Iván Duque asuma la responsabilidad de gobernar Colombia, el ejercicio de sus funciones como Presidente y la tarea de responder por sus actuaciones. Por lo tanto, en realidad es el gobierno del actual Presidente, Juan Manuel Santos, el que tiene actualmente la responsabilidad de lo que pasa en nuestro territorio y son solo él y su gobierno, quienes deben dar explicaciones de lo que viene sucediendo, cuál es la verdadera razón de todos estos lamentables y reprochables asesinatos y además llevar a cabo las investigaciones que establezcan la identidad de los autores y razones de estos hechos.

No podemos dejar pasar lo que está ocurriendo, tampoco podemos permitir que no nos presenten la información oficial y real de sus causas y la identidad de sus autores. El Estado tiene que responder por la vida de los colombianos. Son muchos los posibles responsables, pero los colombianos debemos exigir pronta actuación para lograr el establecimiento de la verdad de lo que viene sucediendo. Tanto la Policía Nacional como la Fiscalía General de la Nación deben dar resultados en las investigaciones y la rama judicial debe hacer pronta justicia.

Son muchos los temas pendientes de ser informados, muchas las investigaciones que día tras día y ante tantas acciones delincuenciales se nos van olvidando y quedan inconclusas. En el campo de la corrupción ¿qué pasó con el caso Odebrecht? Sabemos que en el caso Reficar, el Contralor General dio un informe sobre los resultados de la investigación de su despacho pero, ¿qué pasa en términos penales? Así podríamos relacionar más de 40 casos de alta importancia cuyas conclusiones desconocemos.

En este país cada escándalo nuevo tapa el pasado y así sucesivamente hasta que todos van quedando en el olvido. No podemos continuar así. Necesitamos celeridad en las investigaciones y en las acciones de la justicia. En materia de asesinatos hay que aplicar aún mayor celeridad. Se trata de la vida de personas que están matando por ser activistas de temas ciudadanos, por defender temas sociales o ser amigos o críticos de la política de paz. Necesitamos acción y menos declaraciones.