Otra crisis política en Italia: no hay Primer Ministro | El Nuevo Siglo
AFP
Martes, 20 de Agosto de 2019
Agence France Presse
Este país, conocido por sus habituales choques políticos, se quedó sin Jefe de Gobierno tras la renuncia de Giuseppe Conte por sus diferencias con la ultraderecha de la Liga del Norte. Ahora, a esperar decisión del presidente Mattarella

 

NO ES UNA imagen rara en Italia. Es más bien, tan común, que algunos llaman a este país el “maestro” de las crisis política, ya que con Ecuador tiene el título del que más gobiernos ha tenido a lo largo de las última cinco décadas.

Liderado por un abogado, serio e impoluto, uno más se ha sumado a esta larga lista de gobiernos caídos. Se trata del primer ministro italiano Giuseppe Conte, quien confirmó ante ambas cámaras legislativas ayer que renunciaba a gobernar Italia tras el divorcio definitivo entre el antisistema Movimiento 5 Estrellas y la ultraderechista Liga del Norte, de Matteo Salvini. 

"Asumo la responsabilidad ante el país, dado que a Salvini le falta ese coraje y ha demostrado falta de lealtad", anunció Conte ante los diputados  pocas horas después de haber anticipado su renuncia ante el Senado.

"Presentaré mi renuncia al presidente de la República, Sergio Mattarella. El gobierno se acabó", había dicho Conte ante los senadores en un discurso enérgico, claro y directo, interrumpido por aplausos y gritos de protesta.

El Primer Ministro criticó duramente al líder ultraderechista de la Liga, Matteo Salvini, ministro del Interior, por su comportamiento político, que tildó de "irresponsable" y "oportunista", que "no respeta las reglas" y que usa en forma inadecuada los símbolos religiosos en manifestaciones políticas.

Italia "no necesita gente que pide plenos poderes sino líderes con sentido de responsabilidad y de las instituciones", afirmó Conte al hacer una referencia a los plenos poderes pedidos por Salvini y sobre todo por Benito Mussolini en 1922 y que terminaron en el fascismo.

Al aliado de gobierno por 14 meses, a quien llamó en varias ocasiones, "querido Matteo", lo acusó de haber remado siempre en contra de su gestión, pactado entre la Liga y el antisistema Movimiento 5 Estrellas.

"En muchas ocasiones invadió el campo de otros ministros, los criticó y quebró la unión del equipo de gobierno", resumió el Primer Ministro.

El complicado acuerdo entre la Liga y el M5E se quebró definitivamente después de la crisis desencadenada el 8 de agosto por Salvini, al pedir elecciones anticipadas. "La crisis no se reglamenta en las plazas sino en el Parlamento, según muestro sistema político", explicó Conte.

Salvini no se arrepiente...

Por su parte Salvini, con el cargo aún de ministro del Interior, respondió con un discurso con tono de propaganda desde los escaños de su partido y en varias ocasiones fue interrumpido.

"No me arrepiento de nada", dijo, tras gritar que representa a "un pueblo soberano", que "no teme nada", "libre", suscitando la ira de buena parte de los senadores.

"Hace semanas, creo meses, que ya pensaban en cambiar alianza", acusó Salvini, al denunciar la posibilidad de que nazca un nuevo gobierno con otra coalición de la que formaría parte el M5E, vencedor de las elecciones del 2018 con el 32% y el Partido Democrático centro-izquierda), segundo con el 18%.

La crisis desatada en pleno verano, no solo generó preocupación por la estabilidad económica, sino que terminó por acercar a dos formaciones políticas hasta ahora rivales, una alianza que podría frenar el impresionante avance de Salvini y su política de extrema derecha. 

 ... Y pide protección a la Virgen

"Temen perder los escaños con elecciones anticipadas", reaccionó con su habitual tono arrogante Salvini, quien siguió ofreciendo un "gobierno fuerte" a sus aliados y pidió, como es su costumbre, la protección de la Virgen María y San Juan Pablo II mientras exhibía un rosario.

La renuncia del primer ministro Conte, un abogado sin experiencia política, abre una fase política delicada, marcada por las negociaciones. "Conte, Italia te ama", rezaba una pancarta ante el Parlamento poco antes de que compareciera.

En una carta abierta, el otrora abogado cercano a la izquierda, aclaró su posición, contraria a la política anti inmigración de Salvini y al cierre de los puertos a los barcos humanitarios. 

"Conte es una perla rara que Italia no puede perder", escribió en Facebook Luigi Di Maio, líder del M5E. "En 10 días pasó de ser el Señor Nadie a Mister Conte", comentó a la AFP el analista italiano Aldo Garzia.

Ahora el presidente Mattarella deberá explorar las posibles salidas a la crisis a través de consultas con las fuerzas políticas y no se descarta que invite a Conte a formar un nuevo gobierno con otros aliados. 

Varios dirigentes históricos de centro-izquierda de distintas corrientes consideran que hay que aprovechar la ocasión para formar un gobierno sólido, de corte progresista, con el apoyo de la Unión Europa, que ofrezca una respuesta al fenómeno de la migración, al desempleo de los jóvenes, a la deuda pública.

"Un acuerdo entre el M5E y el PD puede ser una solución aún para gente como yo que en el pasado ha tenido muchos problemas con ellos", reconoció a la AFP-TV el exprimer ministro de centro-izquierda Matteo Renzi.

"El problema son las bases de los dos partidos, en algunos casos hostiles", escribió Luca De Carolis del Fatto Quotidiano, quien sigue al M5E desde su fundación.

Las elecciones legislativas de hace casi un año dejaron un panorama muy complejo para los partidos tradicionales, tanto para los socialdemócratas de Renzi, como para la centro-derecha de Silvio Berluscconi.

Ante el poco apoyo electoral de las fuerzas tradicionales, los antisistema se unieron en una alianza que tarde o temprano explotaría, por las profundas diferencias entre los dos sectores, sobre, por ejemplo, el tema migratorio o la política de empleo.

Con la disolución del Gobierno, la socialdemocracia eventualmente buscaría una alianza con los antisistema del Movimiento Cinco Estrella, la cual no selló un acuerdo con este por la desconfianza del partido de Bepe Grillo a los partidos tradicionales.

Ahora, todo parece indicar que, tanto en la izquierda como en la derecha, se aliarían con sectores radicales, sean los antisistema o los ultraderechistas de la Liga de Salvini.

Lo que confirma, como muchos presagiaban, que un gobierno entre la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas era inviable. Y Conte fue el que más sufrió esa imposibilidad.