Al menos 50 personas murieron en un bombardeo ruso mientras asistían a un velatorio en un pueblo de la región de Járkov, en el este de Ucrania, anunciaron este jueves las autoridades ucranianas.
El ministro ucraniano de Interior, Igor Klymenko, afirmó que las víctimas se habían reunido para asistir a una ceremonia en honor a un vecino fallecido, en Groza, un pueblo de 330 habitantes de la región de Járkov.
Según él, al acto habían asistido unas 60 personas y entre los muertos hay un niño de seis años.
La localidad de Groza se sitúa al oeste de Kupiansk, a unos 30 km de la línea de frente que separa las fuerzas ucranianas de las rusas.
"Desafortunadamente, el balance del pueblo de Groza subió a 50" fallecidos, indicó Klymenko, y apuntó que según los primeros elementos, el ataque se realizó con un misil Iskander.
Un anterior balance daba cuenta de 49 muertos.
En imágenes tomadas por la policía ucraniana se ve una zona llena de escombros y a varios rescatistas transportando cuerpos.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, publicó la imagen de una mujer arrodillada junto a lo que parece ser un cadáver, con varios cuerpos a su alrededor.
"Las operaciones de búsqueda y rescate continúan", dijo Klymenko. "Podría haber gente bajo los escombros", agregó.
El ataque tuvo lugar hacia las 13h15 (11h15 GMT) y alcanzó una tienda de comestibles y una cafetería, precisó el gobernador regional, Oleg Synegubov, en Telegram.
Zelenski, que se encontraba en una cumbre europea en España, condenó el bombardeo en redes sociales, denunciando un "ataque terrorista completamente deliberado".
El ministro ucraniano de Defensa, Rustem Umerov, afirmó que el bombardeo es una prueba de que Ucrania necesita más defensas antiaéreas "para proteger[se] del terror". "Estamos discutiendo esto con nuestros socios", dijo.
Por su parte, la coordinadora humanitaria de la ONU para Ucrania, Denise Brown, se declaró "horrorizada" por el bombardeo.
"Las imágenes provenientes de este pueblo, en donde viven un poco más de 300 personas, son absolutamente terribles", escribió Brown en un comunicado.
Las fuerzas rusas capturaron extensos pedazos de territorio de la región de Járkov en los primeros días de su invasión, iniciada en febrero de 2022.
Desde entonces, las fuerzas ucranianas recuperaron gran parte del territorio fronterizo durante una ofensiva relámpago lanzada a finales del año pasado, pero la capital regional, que también se llama Járkov, sigue siendo objeto de bombardeos frecuentes.
Reacción internacional
Con el ataque "sangriento" contra el pueblo de Groza (este de Ucrania), que provocó al menos 51 muertos, "las atrocidades rusas alcanzaron un nivel aún más siniestro", declaró el jueves el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell .
"Los ataques intencionales contra los civiles son crímenes de guerra (...) Rusia prueba una vez más que no tiene intención de abandonar el terror que aplica al pueblo ucraniano", indicó en X (ex-Twitter). "Los dirigentes rusos, comandantes, autores y cómplices de esas atrocidades tendrán que rendir cuentas", agregó en comunicado.
La Casa Blanca condenó el jueves el "espantoso" ataque ruso a una aldea del este de Ucrania en el que murieron al menos 51 personas, y resaltó la voluntad de Estados Unidos de continuar apoyando a Kiev contra Moscú.
"Es increíblemente espantoso para el pueblo de Ucrania", dijo la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre en una rueda de prensa. "Por eso estamos haciendo todo lo que podemos para ayudar a Ucrania".