El ciclón tropical Chido golpeó el sábado el archipiélago francés de Mayotte, en el océano Índico, con vientos de al menos 220 km/h, causando al menos dos muertos y una devastación que lo dejó casi incomunicado.
Dos personas fallecieron en la zona de Petite Terre, pequeña isla que alberga el aeropuerto de Pamandzi, al este de Mamoudzou, la capital del territorio, según fuentes de seguridad citadas por AFP.
El aeropuerto, cerrado hasta nuevo aviso, sufrió "graves daños, especialmente en la torre de control", informó en la red social X el ministro francés dimisionario de Transportes, François Durovray.
"Muchos de nosotros lo hemos perdido todo", lamentó François Xavier Bieuville, prefecto de Mayotte, el departamento más pobre de Francia, y calificó a Chido como "el ciclón más violento y destructivo que hemos experimentado desde 1934".
Aunque el nivel de alerta bajó de violeta a rojo para permitir el acceso de los equipos de rescate, "el ciclón no terminó", advirtió el prefecto.
Bieuville instó a los 320.000 habitantes de Mayotte a permanecer "confinados" y "solidarios". Las comunicaciones con el territorio son prácticamente imposibles.
"Es momento de actuar con urgencia", declaró el presidente francés Emmanuel Macron en X, y aseguró que "todo el país" está al lado de los habitantes de Mayotte.
El ministro dimisionario del Interior, Bruno Retailleau, anunció el envío adicional de 140 militares de la seguridad civil y bomberos el domingo, elevando a 250 el número de efectivos desplazados a la isla.