NUEVAS AMENAZAS se conocieron el domingo entre Israel y el movimiento libanés Hezbolá en medio de la escalada de la violencia transfronteriza, mientras que la comunidad internacional exhortó a la moderación ante los temores de una “guerra total”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió del riesgo de que Líbano se convierta en “otra Gaza”, en referencia a la guerra entre Israel y Hamás en el territorio palestino, tras el ataque del movimiento islamista el 7 de octubre.
Egipto afirmó temer una guerra total en Oriente Medio y alertó que la escalada entre Israel y Hezbolá podría socavar los esfuerzos para lograr un alto el fuego en la Franja de Gaza, donde continúa la ofensiva del ejército israelí.
El movimiento proiraní Hezbolá, poderoso actor político y militar en Líbano, abrió un frente contra Israel en “apoyo” a Hamás desde el inicio de la guerra en Gaza, donde la ofensiva israelí de represalia al ataque del 7 de octubre devastó el territorio y provocó un desastre humanitario.
“Estamos decididos a garantizar que los habitantes del norte puedan volver a sus casas de forma segura. [...] Israel no tolerará ataques contra sus habitantes y ciudades”, declaró el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
“En los últimos días, hemos asestado una serie de golpes a Hezbolá que nunca habría imaginado”, dijo Netanyahu sobre este asunto desde la ola de explosiones contra aparatos de comunicación del movimiento islamista y un bombardeo israelí contra su unidad de élite.
“Preparados para todos los escenarios”
“Sabremos llegar hasta cualquiera que amenace a los ciudadanos de Israel”, advirtió el jefe del Estado Mayor del ejército, Herzi Halevi, quien afirmó enviar “un mensaje a Hezbolá, a Oriente Medio y más allá”.
Por su parte, el número dos de Hezbolá, Naim Qasem, anunció “una nueva fase” en la batalla contra Israel, la del ajuste de “cuentas pendientes”.
“Las amenazas no nos detendrán: estamos preparados para todos los escenarios militares” frente a Israel, añadió durante el funeral de Ibrahim Aqil, un alto rango militar muerto el viernes en un bombardeo israelí.
El domingo, el ejército israelí bombardeó objetivos de Hezbolá, después de que el movimiento disparara contra zonas residenciales en el norte de Israel, alcanzando suburbios de Haifa.
Cientos de miles de personas tuvieron que dirigirse a refugios en el norte, donde todas las escuelas cerraron hasta el lunes por la tarde, indicó el ejército. “Unos 150 cohetes, misiles de crucero y drones fueron disparados hacia el norte de Israel durante la noche, sin causar daños importantes”, añadió la misma fuente.
“Estoy preocupado, sé que es posible que los misiles lleguen hasta aquí”, dijo Ilan Ravor, un vecino de Haifa. Pero, aun así, afirmó tener confianza en el ejército. Los disparos dejaron un edificio en llamas, otro lleno de metralla y vehículos calcinados, según las tropas israelíes.
En Líbano, las autoridades reportaron tres muertos en los bombardeos israelíes del domingo. Hezbolá anunció por su parte la muerte de dos combatientes.
“Todo lo posible”
Ante este aumento de violencia, Estados Unidos, principal aliado de Israel, “exhortó” a sus ciudadanos a salir de Líbano. El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró que su administración “haría todo lo posible para evitar que estallara una guerra más amplia. Y seguimos insistiendo”.
La Unión Europea, muy preocupada, exhortó por su parte a un alto el fuego urgente, y Londres reiteró su apoyo a una solución de dos Estados.
“Creo en el derecho de Israel a su seguridad. Y también creo en la justicia de la causa palestina”, señaló el canciller británico, David Lammy.
El balance de víctimas mortales a causa del bombardeo ejecutado el viernes por el Ejército de Israel contra Beirut, asciende a 50, según confirmaron este domingo los equipos de rescate.
La Defensa Civil de Líbano señaló que, además de los 50 fallecidos, el ataque causó 66 heridos, mientras que otras once personas siguen desaparecidas, por lo que la cifra de muertos aumentaría, según ha recogido el diario libanés 'L'Orient-Le Jour'. AFP y Europa Press