Seis presuntos integrantes de las disidencias de las Farc al mando de alias ‘Guacho’ y cinco más fueron capturados, entre ellos dos menores de edad, en desarrollo de la arremetida contra el cabecilla del frente Oliver Sinisterra, señalado de haber matado a tres integrantes de un equipo periodístico de El Comercio de Ecuador y de tener secuestrados a dos ciudadanos de ese país.

El operativo se adelantó en zona rural de Tumaco información por parte de las Fuerza Militares sobre la presencia de ‘Guacho’, quien logró escapar.

Los seis muertos pertenecerían al círculo cercano del cabecilla disidente, considerado como un objetivo de alto valor, tanto por las autoridades colombianas como por las ecuatorianas.

En la acción otras dos personas resultaron heridas y fueron atendidas por el grupo de médicos de la Fuerza Pública y luego trasladadas a centros de salud en la zona.

Alias 'Guacho', comanda en Nariño un grupo de disidentes de las Farc que estuvieron en primera instancia vinculados al proceso de paz, pero que luego decidieron reiniciar sus acciones al margen de la ley al estar de acuerdo con las decisiones tomadas por el alto mando de la antigua guerrilla.

En el enfrentamiento se logró la incautación de seis fusiles, una pistola y material de comunicaciones.

Según la información extraoficial que se ha conocido, los hombres cercanos a ‘Guacho’ estaban concentrados en el departamento de Nariño y concretamente en cercanías a Tumaco, y tenían como encargo realizar acciones terroristas contra la población civil y la Fuerza Pública en el corregimiento de Llorente, La Guayacana, en Tumaco; y El Diviso y Junín en el municipio de Barbacoas. Entre otras acciones, también aparecen los últimos derribamientos de torres de energía en Tumaco.

Tras el asesinato de los integrantes del equipo de El Comercio, la Fuerza Pública colombiana le ha asestado varios golpes a la estructura comandada por ‘Guacho’, con capturas y varios hombres, algunos de ellos cercanos, abatidos.

No hay que olvidar que el accionar violento de ‘Guacho’ cobró las cabezas de dos ministros ecuatorianos a los que se les había exigido su captura.