Con la llegada de la temporada navideña, decorar la casa con un árbol de Navidad se convierte en una tradición esperada por muchos. Sin embargo, para garantizar la seguridad y la comodidad, es crucial elegir el lugar adecuado para ubicarlo. De acuerdo con expertos en diseño de interiores y seguridad, existen ciertos puntos en el hogar donde colocar el árbol puede resultar una mala idea.

1. Cerca de fuentes de calor o fuego

Uno de los lugares más peligrosos para poner el árbol de Navidad es cerca de fuentes de calor, como radiadores, chimeneas o estufas. Estos puntos no solo representan un riesgo de incendio si las ramas secas de un árbol natural entran en contacto con el calor, sino que también aceleran el proceso de desecado del árbol, lo que aumenta el riesgo de que se prenda fuego. Los árboles artificiales, aunque más seguros en términos de combustión, también pueden verse afectados por la exposición prolongada a altas temperaturas, lo que puede dañar las luces o las decoraciones.

2. Pasillos o áreas de tránsito frecuente

Ubicar el árbol en un pasillo o en un lugar de alto tránsito es una decisión que debe evitarse. Esto no solo interfiere con el flujo normal de personas en la casa, sino que también puede ser un obstáculo peligroso, especialmente en hogares con niños pequeños o personas mayores. Las ramas pueden ser fácilmente dañadas o la base puede volcarse si se empuja accidentalmente, lo que representa un peligro adicional de caídas o lesiones.

3. Bajo luces directas del sol

Aunque la luz natural puede embellecer cualquier habitación, la exposición directa al sol no es recomendable para los árboles de Navidad. Los rayos solares constantes pueden hacer que tanto los árboles naturales como los artificiales pierdan su color y frescura rápidamente. Esto también puede hacer que las decoraciones, especialmente aquellas que contienen materiales sensibles al calor como el papel o la tela, se desvanezcan o se deterioren antes de tiempo.

4. Cerca de escaleras o accesos a puertas

Otro lugar que debe evitarse es cerca de escaleras o puertas de salida. Además de los riesgos de accidentes como tropezones y caídas, colocar el árbol en estas zonas puede obstaculizar la evacuación en caso de emergencia. En momentos de alta afluencia, como las celebraciones o reuniones familiares, las personas pueden distraerse y colisionar con el árbol, dañándolo o causando que se caiga.

5. En espacios donde los niños o mascotas tengan acceso sin supervisión

Es crucial tomar en cuenta la seguridad de los niños y las mascotas al elegir el lugar del árbol de Navidad. Un árbol fácilmente accesible puede ser una tentación para los más pequeños, quienes pueden intentar treparse, tirar las decoraciones o incluso ingerir elementos peligrosos. De igual forma, las mascotas pueden sentirse atraídas por las luces o adornos, lo que puede resultar en daños tanto para el árbol como para ellos.

Conclusión

La ubicación del árbol de Navidad es más que una cuestión estética; también es una cuestión de seguridad y practicidad. Evitar los lugares peligrosos y buscar un espacio donde el árbol esté seguro, alejado de fuentes de calor, en una zona de poco tránsito y supervisado por los adultos, garantizará no solo un entorno navideño acogedor, sino también uno seguro para todos los miembros del hogar. Al final, el cuidado de estos detalles pequeños contribuye a disfrutar de una Navidad tranquila y sin contratiempos.