10 millones de votos de Duque y 8 millones del exalcalde de Bogotá los dejan en primera línea de los más influyentes en 2019, no obstante buena parte de los sufragios no son propios sino de coaliciones

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Los resultados de las elecciones presidenciales del pasado domingo con el triunfo de Iván Duque materializaron el objetivo del uribismo de recuperar el poder tras los 8 años del mandato de Álvaro Uribe, que estuvieron cerca de alcanzarlo en 2014 con Oscar Iván Zuluaga.

Esto y ser la bancada mayoritaria en el Congreso dejan fortalecidas sus fuerzas de cara a las elecciones regionales de 2019 en que la lucha política será por gobernaciones, alcaldías, concejos y asambleas.

Pero también los 8 millones de votos que alcanzó Gustavo Petro con los sectores que lo respaldaron harían que sea un actor principal en estas elecciones territoriales. Por lo menos ese fue el propósito que manifestó el domingo pasado en el discurso de aceptación del triunfo de Duque.

Al respecto dijo Petro que en “2019, ya cerca, volvamos mayoría los alcaldes humanos, los territorios humanos. Viene el segundo chico, llevamos de 8 a10. Volver a ganar en Bogotá, en Bucaramanga, ganar en Santa Marta, ganar en Pasto, ganar en Boyacá, ganar en la mayor parte de Colombia. Aquí no estamos derrotados, viene el segundo chico”.

No se puede dejar de lado que Sergio Fajardo y la coalición que hizo con la Alianza Verde y el Polo Democrático señalaron que buscarán en las elecciones regionales consolidar el importante avance que se vio en las parlamentarias de marzo pasado.

Fajardo dijo en mayo pasado, tras la primera vuelta presidencial en que ocupó el tercer lugar, que “para mí es un orgullo decir que Bogotá está con nosotros. Después de esta experiencia, que nos quede la sonrisa y la convicción de que sí se puede. El 2019 empieza hoy”, en una alusión a las elecciones regionales del próximo año.

Las maquinarias

Sobre lo que manifestó Petro, el profesor de actualidad Política de la Universidad de La Sabana, Felipe Cárdenas, le dijo a EL NUEVO SIGLO que “me parece que las directrices en su discurso fueron un poco que lo que se venía era una contienda en el campo de las gobernaciones y los municipios, entonces pienso que va a ser muy reñida. O sea, el país está polarizado en dos extremos, y lo que viene es un espacio de mucha competencia electoral por ganar en los gobiernos municipales y en las gobernaciones”.

Añadió que si bien es cierto que “a nivel de la totalidad de los votos el que salió victorioso con excepción del Pacífico fue Iván Duque y las coaliciones con las que la gente finalmente terminó identificándose”, hay un elemento de polarización y de movilización muy fuerte, que además en eso es experto el señor Petro y quienes lo siguen para movilizar el caudal electoral en las próximas elecciones”.

Consideró también el analista que “hay una reorganización y una definición de agendas políticas que tienen que tratar de sintonizarse y leer muy bien ese acontecer de lo regional en un espacio un poco polarizado en la voz, si se quiere, medio mesiánica de Petro”.

Cárdenas señaló que también será interesante ver cómo le va al voto de opinión en las regionales, en las que los cacicazgos y el peso de las maquinarias se hacen sentir.

“El voto de opinión cada vez se va posicionado más en Colombia. Entonces, vamos a mirar las maquinarias políticas finalmente en cuanto al manejo clientelista si los ciudadanos logran desde una educación ciudadana mucho más sólida mantenerse al margen de eso, pero creo que de todas maneras las maquinarias políticas a nivel regional siguen operando mediante las dádivas, los contratos, las dependencias laborales que tiene la gente con el presupuesto municipal o el presupuesto departamental o nacional”.

Votos compartidos

El politólogo Fernando Giraldo dijo a este Diario sobre las próximas elecciones regionales que “los partidos se han debilitado pero las elecciones regionales se definen es por estructuras parlamentarias de tipo regional y local porque se comportan los partidos como si  fueran facciones de carácter local. Y sabemos que los procesos electorales a nivel local están determinados por contratistas que terminan financiando campañas, por la captura a nivel territorial que tienen los senadores, que son dueños de los alcaldes, concejales, diputados, gobernadores. La estructura parlamentaria es de todos los partidos sin distingo alguno, eso incluye a la izquierda, incluye al Partido Verde, a los partidos religiosos y obviamente a los partidos tradicionales”.

Añadió que el hecho que muchos ciudadanos se hubieran pronunciado un poco alejándose de los partidos y “como se ha llevado esta elección, no significa que el 2019 los partidos desaparecieron y que van a manejar toda su estructura y toda su maquinaria a nivel local. Pero al mismo tiempo creció lo que llaman el centro político, expresado en Fajardo. Pero el 40 por ciento de los fajardistas se fueron con Duque. Los 10.300.000 votos de Duque no son todos uribistas y los 8 millones tampoco son petristas”.

Por ello señaló que para las próximas elecciones regionales “en principio Petro está contando con que tiene 8 millones, pero eso no es cierto, porque ahí están los verdes y está el Polo; pero además, hay que decirlo, el Centro Democrático no puede creer que porque ganó la presidencial tiene 10 millones de votos para sacar gobernaciones. No, porque hay partidos adentro que van a competir por el poder. Creo que avanzarán en el 2019 las dos alternativas que compitieron hasta la segunda vuelta: que es el uribismo que lideró este bloque y Petro que lideró el otro bloque”.

No obstante consideró que “al interior del ‘petrismo’, el Partido Verde se quedará con una buena porción en la medida que tiene 10 senadores, cinco representantes, superior a Petro, para ganar votos en las locales”

Clientelismo está vivo

La politóloga Elisabeth Ungar Bleier le dijo a este Medio que “todos van a ir ahora por las territoriales. Pienso que a la coalición ciudadana, con Fajardo o sin Fajardo, los verdes, les puede ir muy bien a nivel territorial y todos se van a disputar ese espacio: el uribismo y la coalición de Duque para fortalecerse en el poder, porque ya en ese momento les quedan solamente cuatro años de gobierno, y pues Petro para consolidarse como oposición de izquierda y del centro. Creo que esas elecciones van a ser muy decisivas, muy importantes porque todos se van a querer disputar la presencia territorial. Lo de Petro en Bogotá fue arrollador. La victoria de Uribe en Medellín también es impresionante”.

En cuanto al voto de opinión, señaló que “las elecciones de Congreso de marzo mostraron que el clientelismo y el caciquismo están vivos. Las elecciones presidenciales lo mostraron debilitado, pero no desaparecido, a pesar de que para muchos se derrotó el clientelismo. El clientelismo de Vargas Lleras sí, pero nadie puede decir que la bancada uribista haya estado ajena al clientelismo y la mermelada”.