Cumbia underground se fusiona con ritmos sinfónicos | El Nuevo Siglo
Martes, 27 de Septiembre de 2011

Con el fin de disminuir la distancia existente en el imaginario del público entre la música popular y la sinfónica, la Orquesta Filarmónica de Bogotá ofrecerá un concierto, junto a la agrupación colombiana Puerto Candelaria, creadora de contradictorios ritmos como la Cumbia Underground y Jazz a lo Colombiano y responsable de incluir a Colombia en el mercado mundial del jazz y la world music.

Este concierto estará bajo la dirección del maestro Andrés Franco, director asociado de la Fort Worth Symphony Orchestra, Director Principal de los Caminos del Inka Ensemble y director musical de la Orquesta Philharmonia de Kansas City. La cita es este sábado a las 4:00 p.m. en el Auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional.
La interpretación y grabación de música tradicional y popular colombiana en formato sinfónico ha sido una estrategia de la OFB para generar memoria musical nacional y para disminuir la distancia existente en el imaginario del público entre la música popular y la música sinfónica.
En años anteriores la Orquesta Filarmónica grabó proyectos como el disco Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si con obras de compositores sinfónicos colombianos, Kraken Filarmónico realizado junto con la legendaria banda de rock de Medellín. También Memorias Musicales Colombianas, donde compositores y arreglistas nacionales de importante trayectoria se enfrentaron a la re-creación de la música tradicional colombiana.
Uno de los más recientes fue Mestizajes, que reunió 13 composiciones de músicos colombianos como Andrés Cepeda, Totó la Momposina, Andrés Cabas, Andrés Cepeda y Los Gaiteros de San Jacinto, entre otros.
Difundiendo la música de las Américas
Andrés Franco ocupa actualmente los cargos de Director Asociado de la Orquesta Sinfónica de Fort Worth y Director Principal del Ensamble Caminos del Inka. Su amplia gama de intereses y versatilidad lo ha llevado a participar en proyectos tan diversos como el Festival Bach de Oregon, y el Ballet de Kansas City, en la cual se presentó como pianista solista y director.
Estuvo a cargo de la dirección de “Escenas Convergentes”, obra escrita por el compositor colombiano Luis Fernando Franco para conmemorar los 50 años del Teatro Pablo Tobón Uribe y que involucra orquesta sinfónica, solistas vocales, músicos populares, danza folklórica, danza moderna y multimedia.
Es Director Ejecutivo de Caminos del Inka, un proyecto que busca redescubrir, preservar y difundir la música de las Américas y que ha sido presentado por las Orquestas Sinfónicas de Atlanta, Baltimore, Boston y Chicago, entre otras.
Andrés Franco se presenta regularmente como Director Invitado en Estados Unidos y Latinoamérica, al frente de las agrupaciones Orquestas Sinfónicas de Corpus, Orquesta Sinfónica de EAFIT, Orquesta Filarmónica de Medellín y Orquesta Sinfónica Nacional del Perú.
Ritmos llenos de imaginación
Puerto Candelaria surge del milagroso encuentro de 6 talentosos músicos agrupados y guiados por el genio compositor Juancho Valencia, y decididos ciegamente a crear una manera totalmente nueva y original de escuchar y ver la música colombiana.
Basa su sonoridad en ritmos colombianos populares, y los llena de imaginación y realismo fantástico, provocando los sentidos y suscitando las emociones de su público en todo el mundo, consolidándose como uno de los grandes representantes de la música en Colombia.
Puerto Candelaria es el fundador de contradictorios ritmos tales como: Cumbia Underground y Jazz a lo Colombiano, y es el responsable de incluir a Colombia en el mercado mundial del Jazz, la Música Experimental y la World Music.
A sus 10 años de trayectoria, Puerto Candelaria cuenta con 3 producciones discográficas, ricas en sonidos propios y foráneos. Además ha montado cuatro espectáculos musicales: Vuelta Canela, Llegó la Banda, Puerto Sinfónico y Patas Arriba.
Los Candelarios cautivan a su público al experimentar con sonoridades atrevidas y puestas escénicas donde sobran la alegría, lo absurdo y lo cotidiano, la risa y la reflexión, y el ritmo se siente cada vez que Puerto Candelaria suena.