Coletazo económico del cambio climático | El Nuevo Siglo
Viernes, 29 de Diciembre de 2023

Las graves consecuencias del cambio climático en todo el mundo no solo tienen un alto costo en vidas, sino también desde el punto de vista económico.

De hecho, los informes especializados señalan que los desastres naturales derivados del calentamiento global generan pérdidas billonarias en todo el planeta, constituyéndose así en un nuevo elemento a tener en cuenta a la hora de señalar los factores que afectan el crecimiento económico, la calidad de vida y el nivel desarrollo de los países.

Una prueba de ello son las conclusiones del reporte “Counting The Cost 2023”, proyectado por la organización británica Christian Aid, según el cual los 20 desastres climáticos más costosos en el año que termina generaron un impacto de alrededor de 4.000 dólares por persona en las naciones en donde se presentaron.

Este alto valor de afectación per cápita no es un mero indicador estadístico. Por el contrario, esos 4.000 dólares de costo que tasa el informe por cada individuo deben traducirse en una disminución sustancial en temas como inversión social e infraestructura, así como en la generación de productos bienes y servicios para la población, menos progreso socioeconómico y demora en la superación de los niveles de pobreza y exclusión social.

El top de los desastres climáticos en este 2023 es encabezado por los incendios forestales en Hawái y luego se ubicaron las tormentas que se registraron en mayo pasado en Guam.

A nivel latinoamericano, la tragedia que generó mayores pérdidas por efecto del cambio climático fue la relativa a las extensas inundaciones que se registraron en Perú hacia abril.

Como se ve, la cruzada global contra el aumento de las temperaturas en todo el planeta se hace más urgente en la medida en que no solo está poniendo en peligro la sobrevivencia de la humanidad a mediano plazo, sino que obliga a los Estados a invertir, en el aquí y ahora, grandes presupuestos año tras año, tanto en asistencia humanitaria como en planes de mitigación y reconstrucción de lo destruido o afectado por incendios, inundaciones, sequías, huracanes, derrumbes y otra clase de fenómenos naturales cuya frecuencia e intensidad han aumentado en las últimas décadas.

Otros informes también han puesto la lupa sobre esta gravosa circunstancia. Por ejemplo, una matriz aseguradora señalaba meses atrás que las pérdidas económicas causadas por desastres naturales alcanzaron 275.000 millones de dólares en 2022, 5,8% menos que los 303.000 millones de 2021.