Como una bola de nieve ha venido creciendo el rumor de que en los próximos días dejará el cargo la canciller Claudia Blum, la dirigente política vallecaucana que en noviembre de 2019 reemplazó al fallecido Carlos Holmes Trujillo, para muchos el mejor ministro de Relaciones Exteriores que ha tenido Colombia en los últimos años.
Desde diferentes sectores Blum ha recibido críticas por su gestión y ha sido objeto de varios debates de control político en el Congreso de la República.
Y es que desde antes de asumir el cargo, Blum comenzó a ser objeto de reparos, el primero de ellos por cuenta de una grabación de audio que se filtró a los medios en la que conversa con Francisco Santos, embajador de Colombia en Washington en la que critican a Trujillo, al Departamento de Estado y la campaña del entonces candidato y hoy mandatario Joe Biden.
Aunque el impase se superó y Biden pasó la página, en el ambiente quedó un mal sabor sobre el manejo de la diplomacia colombiana, y revivió la manida crítica de que el servicio exterior solo ha servido para pagar favores políticos. Y eso que Blum antes de llegar al Palacio de San Carlos ya tenía experiencia como embajadora de Colombia ante la ONU entre 2006 y 2010.
Con todo, A lo largo del año y medio que lleva al frente del Ministerio, la Canciller ha recibido cuestionamientos por ‘salidas en falso’, como cuando comparó ante el Consejo de Seguridad de la ONU al partido Comunes con las disidencias de las Farc; y más recientemente por un trino en el que señaló al senador Gustavo Petro de “terrorismo urbano”.
Por todo esto, en diferentes círculos se da como un hecho la salida de la canciller Blum del Ministerio de Exteriores en los próximos días, aunque oficialmente ella no ha presentado su carta de dimisión y según fuentes de San Carlos “no ha pensado en hacerlo”, como lo dijo en una reciente entrevista con EL NUEVO SIGLO.
Fuentes consultadas por este Diario indican que el lunes de la semana pasada, durante un consejo de ministros, el presidente Duque le llamó la atención por la forma como Blum ha manejado en el contexto internacional la crisis por el paro nacional que le ha valido al Estado colombiano las más duras críticas de los últimos años de todos los organismos multilaterales, y los gobiernos de Estados Unidos y Europa, además de los vecinos.
No obstante, las mismas fuentes aseguran que la semana entrante la Canciller viajará a Europa para explicar ante el Parlamento Europeo y la Unión Europea la política de derechos humanos del país. Pero tampoco descartan que a su regreso presente su dimisión en uno de los momentos más difíciles para el presidente Duque.
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El nuevo canciller
Sin embargo, expertos consultados por este Medio señalan que “es evidente el desgaste” de la Canciller por cuenta de sus polémicas públicas que han afectado la imagen del presidente Duque.
Una de las personas consultadas, muy cercana a la Casa de Nariño, afirmó que la relación de Blum con el Gobierno “es muy complicada”.
“Pero más complicado será conseguir a alguien que quiera asumir una cartera tan difícil y con tantas ‘peleas casadas’ en tan poco tiempo, y apenas para un año que le queda a esta Administración”, dice la fuente, al advertir que “en el exterior la imagen de Colombia está deteriorada, hay muchas críticas desde el exterior al Estado en general, a la política de derechos humanos, a la represión de la Fuerza Pública”.
Por su parte, Carlos Enrique Arévalo, profesor de Maestría en Derecho Internacional de la Universidad de La Sabana afirma que “con el descrédito internacional” que afecta a la imagen del país, es la oportunidad del presidente Duque para poner en ese cargo a un experto con perfil técnico.
“Ojalá sea un funcionario de carrera, que conozca bien la carrera diplomática, el servicio exterior, que sea un embajador de alto rango de la Cancillería y que pueda decirle con franqueza al Presidente los errores que se están cometiendo”.
Mientras tanto, Vicente Torrijos, profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, considera que es necesario que el jefe de Estado aproveche la crisis en las relaciones exteriores para recomponer todo su gabinete y “tomar un segundo aire” para lo que resta de su mandato.
Pero para reemplazar a Blum, dice Torrijos, se necesita una persona que reúna tres criterios: “Que sea académico, experto en Relaciones Internacionales y en Diplomacia, con profundidad y rigor; segundo, que sepa de política internacional, no solo de relaciones públicas; tercero, que sepa de seguridad y defensa nacional, dos temas muy sensibles en el exterior; y cuarto, que sea de la confianza del Presidente, no una cuota política”.
No más enroques
Los expertos consultados coinciden en que en la Cancillería hay muchos embajadores de carrera, que llevan años preparándose para asumir las riendas del Ministerio de Exteriores y que no tienen pretensiones políticas.
El profesor Torrijos, por ejemplo, deja esta reflexión: “El presidente Duque nos ha tenido acostumbrados a los enroques políticos, cambia a personas de un Ministerio a otro, eso no puede seguir así. Se necesitan técnicos en cada materia”.
Arévalo, entre tanto, insiste en que como está la situación y la imagen del presidente Duque, “le conviene poner en ese cargo a un diplomático de carrera".
A su vez, la fuente cercana a Palacio agrega que quien llegue al cargo debe tener “un buen ascendente con la comunidad internacional, no llegar a improvisar, entre otras cosas porque será un cargo para un año de gestión”.
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Los expertos no dan nombres de posibles candidatos, pero EL NUEVO SIGLO ha podido establecer que en el sonajero aparecen los dos vicecancilleres: la viceministra de Asuntos Multilaterales, Adriana Mejía, y el viceministro de Exteriores, Francisco Echeverry, ambos funcionarios de carrera.
También se sabe que el presidente Duque estaría contemplando los nombres de Andrés Barreto, actual superintendente de Industria y Comercio, amigo personal de Duque y de su absoluta confianza. Fue candidato a magistrado de la Corte Penal Internacional.
También se menciona al exministro Sergio Díaz-Granados, actual director ejecutivo del BID para Ecuador y Perú; y a Juan José Quintana, director de la Escuela de Carrera Diplomática.
Los retos
Los expertos son de la opinión de que el tiempo que le queda a la administración Duque es muy poco para tantos retos que tiene la política exterior de Colombia. Entre otras tareas pendientes, al nuevo Canciller le esperan: las audiencias contra Nicaragua para resolver las dos demandas pendientes; recuperar la imagen del país en el exterior; recomponer las relaciones con Venezuela como prioridad principal; mantener la agenda bilateral con Estados Unidos; y fortalecer los vínculos con Ecuador y Perú, principalmente.