Apoyemos a Peñalosa | El Nuevo Siglo
Miércoles, 5 de Abril de 2017

¿Quiénes están detrás de las tres propuestas de revocatoria que pretenden sacar a Enrique Peñalosa del Palacio Liévano? La respuesta es muy clara, Gustavo Petro y sus incondicionales. Esos troperos que, con la mejor disciplina militar, lo siguen a donde sea, aun a entorpecer la recuperación de Bogotá, postrada después de sus cuatro, tormentosos, años de gobierno.

No en vano, Petro fungió como guerrillero por tantos años y aprendió a dirigir a sus gentes, como “soldados y soldadas’’, como él mismo diría.

Petro y sus huestes quieren venganza contra toda esa gentuza que se le opuso cuando fue alcalde. Quiere vengarse de los “oligarcas” y la “ignorante” clase media, que no apoyaron sus exabruptos de socialista del siglo XX (entiéndase: comunista camuflado de oveja), de esos que le impidieron hacer lo mismo que hacía su amigo Hugo Chávez, en Venezuela.

Petro quiere venganza contra quienes le impidieron convertirse en un reyezuelo bogotano y hacer lo que le diera la gana, al estilo Juan Manuel Santos (Juanpa).

Y, el exalcalde puede lograrlo, pues el Peñalosa sufre de impopularidad permanente. De tiempo atrás, cogió fama de pedante y no ha podido sacudírsela. Aunque, de verdad, ha tratado.

El problema es que Peñalosa tiene sueños demasiado grandes para un país donde siempre se piensa en pequeño. Donde ser futurista es totalmente descabellado.

Pensar que Bogotá puede llegar a ser tan bella o tan  organizada como una capital escandinava, ¡“es absurdo”! Debemos quedarnos en el lodazal del pasado. Jamás arriesgarnos a incursionar en el futuro. No somos daneses, ni suizos para ponernos a fantasear con una Bogotá moderna, desarrollada, limpia y educada.

¡Óigase bien! Si los pretistas, esos que aterrorizan a los bogotanos de bien, tirando piedra y, ocultos tras máscaras, destrozan buses de Transmilenio, financiados quien sabe por quién, logran revocar al Alcalde; será por la apática inercia de la gran mayoría de Bogotanos, incapaces de organizarse y detenerlos. Entonces, lamentablemente, nos veremos avocados a la parálisis del excelente trabajo desarrollado por Peñalosa.

Mucha gente no ha puesto atención a lo que el Alcalde está desarrollando. La sola construcción de un metro aéreo, en vez de uno subterráneo, ahorrara miles de millones a la ciudad y se hará en una fracción de tiempo. Lo planteado para la utilización, en beneficio de Bogotá, de la Reserva Van der Hammen, inclusive la recuperación y protección de los humedales, el desarrollo de bien planeados parques, bosques y jardines, como los de las ciudades más hermosas del mundo, es realmente futurista.

Los proyectos de Peñalosa se pueden ver en la página web de la Alcaldía.  Los invito a leerlos. Son excelentes. La construcción del Metro aéreo, ampliación de rutas, desarrollo de nuevas clínicas, la mejora de las existentes, lo mismo que de colegios y escuelas, la construcción de góndolas para trasporte en los barrios más deprimidos, los programas de alimentación y parques para los niños. Estos y muchos más ambiciosos proyectos que mejorarán enormemente el nivel de vida en Bogotá.

Ojo, Petro, que  quiere la Presidencia, su triunfo contra Peñalosa claramente lo acerca a su meta. El triunfo de su discurso de odio entre clases, su comunismo trasnochado, nos llevaría a la tragedia de los gobiernos que han tomado ese camino, al aumento de la pobreza, al hambre, como sucede hoy en Venezuela.    

No nos quedemos callados; por una Bogotá inclusiva, moderna y amable, apoyemos a Peñalosa.