Se acerca la época electoral y, en concreto, en el mes de marzo, en que tendremos que elegir nuevos representantes en los cuerpos colegiados del Senado de la República y la Cámara de Representantes; y en el mes de mayo, en que tendremos que elegir un nuevo presidente de la República y un vicepresidente que lo acompañe.
Más de 43 personas están aspirando a ser presidente de la República para suceder al actual Iván Duque Márquez, a partir del 7 de agosto del 2022. Entre ellas, sólo quince con alguna trascendencia registran en las encuestas que hasta ahora se han hecho y en las cuales en todas aparece punteando el exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en representación del movimiento Colombia Humana, de clara tendencia izquierdista.
Por ejemplo, en la última encuesta que se conoce de Datexco, a la pregunta cerrada de por quién votarían las personas, el candidato Petro aparece con un porcentaje del 26% y las hechas por otras firmas entre el 20% y 25%. Lo siguen en los resultados los candidatos Sergio Fajardo (10%), Rodolfo Hernández (7%), Federico Gutiérrez (6%), Alejandro Gaviria (6%), Juan Manuel Galán (5%), María Fernanda Cabal (4%), Enrique Peñalosa (3%) y Óscar Iván Zuluaga (3%). Otros precandidatos como Jorge Enrique Robledo, Juan Carlos Echeverri, David Barguil, Alejandro Chad, Rodrigo Lara, Mauricio Cárdenas, Paloma Valencia y Roy Barreras, en una pregunta similar de intención de voto, pero en este caso con pregunta de respuesta abierta, no dando a escoger candidato, según la firma encuestadora van por debajo del 3 %.
Todo este panorama lo que permite concluir es que el único candidato que entraría a la segunda vuelta de las elecciones a realizarse en el mes de junio es Gustavo Petro, que competiría con quien quede en segundo puesto.
Así las cosas, en principio y a partir de un análisis ligero, esta situación llevaría a pensar que si el candidato que quede de segundo recoge la mayoría de respaldo que tendrían todos los otros, entonces este podría ser el nuevo presidente de la República.
Lo angustioso es que este gran grupo, si bien se le conoce por lo que cada uno de ellos ha hecho en el pasado, no ha podido dejar un mensaje claro que sea arrollador para llevarlo a una victoria. A punto que han conformado grupos como “el de la esperanza” y ahora uno propuesto por Echeverri que se denomina “el de la experiencia”.
Mientras tanto los votantes estamos esperando con mayor claridad que presenten sus pensamientos, sus argumentos y se dejen conocer en los debates, en temas cruciales como la corrupción, la inseguridad que se vive tanto en las zonas urbanas como en las rurales, las mafias del narcotráfico y grupos armados, el manejo económico y la visión tributaria que permitan tanto el desarrollo armónico del país como la mayor generación de empleo, la reforma a la justicia que garantice que no haya impunidad y que los corruptos y delincuentes sean juzgados y paguen como es debido sus penas; la educación, las relaciones internacionales en especial con los países de frontera, sus planes de desarrollo y, en general, las propuestas a las grandes preocupaciones que tiene el pueblo colombiano.
Mientras tanto, todos los colombianos también debemos ser muy cuidadosos con la escogencia de nuestros candidatos a los cuerpos colegiados. Tenemos que acordarnos que es nuestra responsabilidad que a las corporaciones de la rama legislativa lleguen las personas adecuadas y transparentes que garanticen que no haya corrupción y aprovechamiento de su poder, sino que lleguen allá a actuar con responsabilidad, capacidad, compromiso y conocimiento en las reformas que requiere nuestro país, porque seremos los responsables de quienes integren tanto el Senado de la República como la Cámara de Representantes y por tanto después no podemos evadir esta responsabilidad.
En síntesis, tenemos que elegir a los mejores y no a quienes ofrecen toda clase de temas, las encuestas aconsejen e incluso prometen dádivas para que los elijan. Cuando llegan a estas corporaciones o los gobiernos, hacen lo contrario.