Orlando Cano Vallejo | El Nuevo Siglo
Jueves, 30 de Junio de 2016

MIRADOR

Salvavidas

 

SON 63,5 millones de personas en el mundo en condición de migrantes, mendigando sobrevivir. Cifras reveladas por Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. Aumentaron 55% en cuatro años.

 

Poco más de 16 millones tienen amparo de Naciones Unidas para los Refugiados.

Desde 2011, cinco millones de personas han escapado de guerras en Siria, el año pasado, 1 millón. Buscan asilo en zonas fronterizas de Turquía, Jordania, el Líbano e Irak.

Son días de turbulencia.

 

A la par de la decisión del Reino Unido de separarse del bloque común europeo, cientos de miles de niños, mujeres y hombres, intentan pasar a salvo el mar Mediterráneo en busca de un salvavidas en el viejo continente.

¿Qué tiene hoy más peso específico y real? ¿La ida de Inglaterra de la comunidad europea o la barbarie de los migrantes?

 

Por lo visto, leído y oído, hoy pesa más la política que la vida.

El parlamento europeo, España, Italia, Alemania y Bruselas, se han rasgado las vestiduras por el campanazo dado por Inglaterra al dejar sus aliados.

En cambio, no encuentran suficiente eco las plegarias internacionales por una salida a la crisis de refugiados en la eurozona.

 

Las aguas del Mediterráneo han cobrado cientos de vidas de gentes desesperadas por ir en busca de un nuevo destino.

 

De Afganistán han huido 2,7 millones de personas, de Somalia, más de 1 millón.

Han muerto niños y niñas pobres, desnutridos y carentes de lo básico.

También mueren hombres, mujeres, padres, hermanos, ancianos en su peregrinación a tierra firme.

 

Noticias que llegan desde Europa, de Siria, Afganistán, Somalia, Sudán, Congo, no son buenas.

 

El Brexit revolcó mercados internacionales, alborotó bolsas, revolvió títulos valores, sacudió monedas y alteró ánimos en Europea.

 

City Londres, centro financiero premium en el mundo, estaría abocado a perder 100 mil empleos ya que el Brexit obligará a multinacionales a irse a otras plazas.

Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del norte forman el Reino Unido, un mismo bloque económico y político que le dice adiós a la Unión Europea.

 

Presagian menos espacio ahora para recibir refugiados. Un destino menos para migrantes.

 

Tan importante como la rivalidad de Hillary Clinton y Donald Trump, en competencia por presidencia de Estados Unidos, es la suerte de migrantes que ya llegaron a Europa, que están en camino, que ya murieron o que están muriendo.

¿Qué país puede ondear hoy la bandera de la paz local? ¿Es posible cuando 63 o más millones de refugiados, migrantes y desplazados viven al filo de la muerte?

En cada uno de nosotros habita hoy un migrante.