El presidente del Banco Central de EU, Jerome Powell desgrana los desafíos monetarios ante los ataques de Trump
En la reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole, en el noroeste de Estados Unidos, se tratarán "los desafíos de la política monetaria". Un tema de actualidad, sobre todo por la posición de la Reserva Federal (FED) estadounidense, obligada a maniobrar entre los riesgos de recesión y las presiones del presidente Donald Trump.
Jerome Powell, presidente del banco central de Estados Unidos, pronunciará un discurso hoy ante pares de otros países y economistas reunidos en el prestigioso complejo de montaña de Wyoming. Tanto los mercados como Trump lo analizarán palabra por palabra.
El jefe de la FED no habla en público desde el recorte de tasas decidido el 31 de julio por el comité monetario, el primero desde la crisis financiera de 2008.
Tensiones
Durante esa reunión monetaria, cuya acta se publicó el miércoles, el banco central estadounidense estimó que el débil crecimiento global y las tensiones comerciales podrían ralentizar la economía del país y dijo querer una "garantía" de cara al futuro.
En el informe de 15 páginas, la FED menciona 44 veces los "riesgos" que enfrenta la economía, 32 veces el "comercio" y 14 veces las "incertidumbres", señaló Diane Swonk, economista jefe de Grant Thornton.
Aunque los actores del mercado financiero están convencidos de que la FED volverá a bajar las tasas en la próxima reunión del 17 y 18 de septiembre, el comité monetario de la institución ha indicado que quiere mantener sus "opciones abiertas" sobre la evolución de las tasas.
"Es importante mantener varias opciones para establecer el nivel de las tasas de fondos federales". Especialmente porque "la naturaleza de los riesgos (...) y la falta de claridad en su resolución refuerzan la necesidad" de que la FED "permanezca flexible y centrada en la información económica", dice el informe.
¿Más claridad?
Los inversores esperan que Powell dé alguna pista sobre lo que pretende hacer la Reserva Federal.
"Esperemos tener más claridad sobre futuros recortes de tasas cuando Powell hable el viernes, pero hay pocas señales de que la FED quiera resistirse a los mercados", que anticipan una caída en las tasas de interés de un cuarto de punto porcentual, dice Michael Pearce, economista de Capital Economics.
El Banco Central también hace frente a las presiones incesantes de la Casa Blanca para que baje las tasas, situadas entre el 2% y el 2,25%. Trump exige casi a diario a la FED que reduzca las tasas 1%.
El miércoles pidió nuevamente a la Reserva Federal que "despierte". Y comparó a Jerome Powell con un jugador de golf que "carece de dedos". Este jueves volvió a fustigar al presidente de la FED, a quien él nombró en su cargo, a través de Twitter.
"Alemania vende bonos a 30 años ofreciendo rendimientos negativos. Alemania compite con Estados Unidos. Nuestra Reserva Federal no nos permite hacer lo que debemos hacer", escribió.
"Nos ponen en desventaja frente a nuestra competencia. ¡Dólar fuerte, sin inflación! (...) ¡Pelea o vete a casa!".
El mandatario no oculta su voluntad de bajar el precio del dólar, mediante un recorte de tasas, para hacer que los productos estadounidenses sean más competitivos en medio de una guerra arancelaria.
Los miembros del comité monetario califican la disminución de las tasas decidida por el Banco Central en julio, la primera en once años, como "una recalibración, un ajuste".
Powell había dicho después de esta decisión de la FED, a la que dos miembros se habían opuesto, que la Reserva Federal no se comprometió, a priori, "a un ciclo largo de caídas". Pero no excluyó que hubiera más.
Esther George, la presidenta del banco de la Reserva Federal de Kansas City, fue uno de los miembros que votó en contra de reducir las tasas. "No era necesario", dijo a CNBC este jueves.
George reconoció los riesgos que enfrenta la economía de Estados Unidos pero aseguró que aún no ve una señal "que sugiera que es hora de preocuparse por una recesión".