El orden cívico para la Argentina de Javier Milei | El Nuevo Siglo
RESTABLECER la seguridad y el orden fue la directriz que el presidente Javier Milei dio a su ministra de seguridad, la conservadora Patricia Bullrich, al iniciar el Gobierno. Hoy, casi un año después, el balance de esa política es muy positivo. /Archivo AFP
Martes, 26 de Noviembre de 2024
Pablo Uribe Ruan*

“No vale todo. Vale ley”. “Con la ley y el orden, estamos cambiando el paradigma de la seguridad”. En la Argentina de hoy, estas frases son habituales en los discursos de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y en los del presidente Javier Milei.

A pocas semanas de cumplir un año en el poder, Milei y Bullrich han presentado los resultados de su política de seguridad y orden. Los homicidios se mantienen a la baja, mientras que las calles ya no son bloqueadas por las marchas del día a día, y las bandas dedicadas al narcotráfico vienen desarticulándose.

Los buenos números se deben a un cambio de paradigma desde que comenzó el gobierno libertario sobre el orden público y la seguridad, dos frentes a los que se les ha dado un giro total.

Este martes, en un discurso en la Casa Rosada para las Fuerzas Armadas, el presidente argentino explicó que su gobierno se ha enfocado en “tres pilares fundamentales”. “El que las hace las paga, el delito hay que castigarlo en todo momento y lugar. Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”; “el orden público es sagrado, la calle es de todos, no la pueden secuestrar un puñado de inadaptados”; y, por último, que “los buenos son los de azul (la policía), los malos son los delincuentes”.

Garantismo del orden

En Argentina, según Milei, el orden de los derechos ha estado trastocado. Mientras que los ciudadanos de a pie han tenido que aguantar un alza de la inseguridad, un aumento de los impuestos y el permanente bloqueo de las calles, los adinerados sindicalistas se acostumbraron a bloquear las vías, y los delincuentes a incrementar el negocio del narcotráfico y otras rentas ilícitas.

“La seguridad pública es indispensable para el crecimiento de nuestro país, y son las leyes las que separan a los hombres de las bestias, y están para ser cumplidas”, dijo Milei, ayer, haciendo un contundente llamado a cumplir la ley.

Las palabras de Milei están basadas en el orden constitucional y el Estado de Derecho. En América Latina y en el mundo −no solo en Argentina− hoy se discute qué significa el Estado de derecho, con el que las sociedades logran organizarse de manera armónica conforme al cumplimiento de la ley.

En principio, el Estado de Derecho parece básico y elemental para cualquier sociedad. En el caso de la Argentina kirchnerista, sin embargo, estos principios no estaban asegurados. Unos pocos grupos tuvieron por mucho tiempo derecho a bloquear calles o lograr garantías penales, mientras la mayoría de ciudadanos no gozaban del disfrute de las libertades básicas como la libre locomoción.

Recientemente, Patricia Bullrich destacó que ese estado de cosas está cambiando. “Hace un año decidimos decirle sí al orden cívico que garantiza crecimiento”, escribió en X, la red social donde diariamente anuncia capturas y resultados en materia seguridad.

La palabra orden cívico resulta importante en todo esto. Introduce un enfoque que permite aterrizar el gaseoso concepto de Estado de derecho que muchas veces termina en interpretaciones jurídicas y constitucionales con pocos resultados materiales para el diseño de políticas públicas, por ejemplo, en seguridad.

Aunque Milei y Bullrich usan la palabra orden cívico permanentemente en sus discursos, no han planteado una definición clara sobre el mismo. El presidente libertario, sin embargo, ha sido más concreto en lo que entiende por Estado de derecho. “Si hay una función que debe de cumplir el Estado de derecho, es la de garantizar la vida, la propiedad y la libertad de nuestros ciudadanos”, comentó ayer frente a los miembros de las Fuerzas Armadas.

Víctimas y victimarios

Una de las bandas de narcotráfico más temibles de Argentina se le conoce como “Los Monos”. Era, hasta hace poco, liderada por ‘Guille’ Cantero, un narco que operaba en la ciudad más peligrosa de Argentina, Rosario.

‘Guille’ Cantero, recluido en una cárcel para hombres, ha presentado más de 10 habeas corpus para que autoricen su traslado a un centro penitenciario para mujeres, bajo el argumento de que se autopercibe como mujer. Las solicitudes hechas por este preso han sido negadas por la justicia argentina.

El caso de Cantero da cuenta de, según Milei, “un país cuyos valores han sido trastocados”. “Con nosotros esta estupidez se termina. Vamos a prohibirlo”, ha dicho el presidente argentino. “Hay más casos como el de Cantero, donde los convictos argumentan autopercibirse del género femenino ya sea para aprovecharse de las reclusas o para continuar con sus negociados desde condiciones más laxas”, indicó.

Para los libertarios argentinos, el exceso de garantismo con los victimarios ha hecho que se presenten casos como el de Cantero, un preso que, aprovechándose de las políticas de género, ha buscado beneficios penales y traslados a cárceles con condiciones más laxas.

Fin de los piqueteros

Mientras que presos como Cantero han buscado beneficios penales, los piqueteros por mucho tiempo sacaron provecho del desorden cívico argentino y los enormes beneficios que recibían por parte de los sindicatos, mano derecha del kirchnerismo.

Por mucho tiempo, un desfile de bombos y platillos solía llenar las calles de Buenos Aires. No jugaba Boca, tampoco River. La capital de Argentina se acostumbró a que las vías públicas eran de los “piqueteros”, grupos numerosos de hombres y mujeres que bloqueaban las calles con sueldo y comida incluidos, que pagaban los poderosos sindicatos.

Entrado al Gobierno en diciembre de 2023, Milei y Bullrich definieron que esta situación tenía que parar. Para ello, se creó el “Protocolo Antipiquetes” desde comienzos de este año, con el que la ministra de Seguridad ha logrado que las calles de las ciudades no sean bloqueadas por los manifestantes con poderes especiales para el grupo de antidisturbios y, en caso de daño a un bien público, se identifique al responsable, con multas no solo cívicas, sino monetarias.

“La Unidad Piquetera”, “el Polo Obrero (PO)”, así como “El Frente de Lucha Piquetero” y “La Coordinadora por el Cambio Social”, y muchas otras organizaciones más, hoy tienen que marchar siguiendo los protocolos básicos de una movilización sin afectar el tránsito de los ciudadanos y la propiedad pública y privada.

Buenas cifras en seguridad

El gobierno libertario en Argentina goza de buenas cifras en seguridad. A corte de septiembre, los homicidios habían disminuido 15,7% en comparación con el mismo periodo del año 2023. Durante 2023 se registraron 1.500 homicidios acumulados, mientras que en 2024 el número desciende a 1.264.

Además, el “Plan Bandera”, llevado a cabo en Rosario para desarticular bandas, logró que descendieran los homicidios de 71 en 2023 a 17 en 2024, marcando una variación del-76,06%.

* Analista y consultor. MPhil en Universidad de Oxford.