
María Clara Name - Alianza Verde
Hay que destacar que en los últimos años la política pública de la mujer en Bogotá ha tenido grandes avances, pero aún hay que trabajar mucho más, por ejemplo, en todo el tema de prevención de feminicidios en nuestra ciudad, esto va de la mano con la educación, con la concientización, con el cierre de brechas de desigualdad, por ejemplo, en el campo laboral.
De igual forma, hay que trabajar institucionalmente para que día a día más mujeres tengan también la oportunidad de desempeñar altos cargos, ya que se ha demostrado la gran capacidad que tenemos las mujeres de organizar las diferentes instancias en los trabajos y de rendir de la mejor forma en las diferentes responsabilidades que tenemos.
Cristina Calderón - Nuevo Liberalismo
Bogotá ha avanzado en la garantía de los derechos de las mujeres, pero la política pública aún tiene fallas que no podemos seguir ignorando. Las desigualdades estructurales persisten. A pesar de los esfuerzos, siguen existiendo brechas económicas, sociales y políticas que ponen en desventaja a las mujeres y reproducen la discriminación.
Acceder a la justicia y a la seguridad sigue siendo un reto. Existen mecanismos de protección, pero las mujeres siguen enfrentando barreras para denunciar y recibir una respuesta efectiva. Hay que pasar del discurso a las acciones concretas. Debemos fortalecer a la institucionalidad, porque no basta con planes. Necesitamos presupuesto, herramientas y capacidad real para ejecutar la política pública.
Desde Bogotá, nuestras manos están atadas en muchos aspectos, porque hoy las competencias están centralizadas. Es momento de que la nación le dé facultades judiciales a las entidades territoriales para que podamos responder con rapidez y el compromiso que este problema exige. No podemos seguir esperando.
Heidy Sánchez - Pacto Histórico
Esta administración lamentablemente le ha fallado a las mujeres. En el año 2024 respecto a homicidios con víctimas mujeres hubo un incremento de 30,3%, pasando de 89 a 116 casos. Esta administración lamentablemente tiene equipos muy reducidos para la atención a prevención, parece que únicamente le endilgaran toda la responsabilidad de la atención a las violencias basadas en género a la Secretaría Distrital de la Mujer, cuando todas las entidades deberían tener un programa específico en favor de las mujeres, por supuesto no solamente para atender las violencias, sino también para brindar mejores oportunidades para nosotras.
No es posible que haya cinco duplas, cada una compuesta por una profesional psicosocial y una profesional jurídica, para atender una ciudad de más de cuatro millones de mujeres.
Ana Teresa Bernal - Pacto Histórico
La política pública de la Mujer en Bogotá está fallando de manera especial en los temas de seguridad. Las violencias contra las mujeres se han recrudecido. Con la actual administración del alcalde Galán a octubre de 2024, aumentaron en un 37% los feminicidios y en un 87% los delitos sexuales contra las mujeres. Así mismo, los casos de violencia intrafamiliar siguen en aumento.
Por otra parte, el tránsito de las Comisarias de Familia a la Secretaría de Seguridad a la fecha no ha tenido grandes avances o efectos positivos en materia de prevención y protección. Esta administración ha abandonado los enfoques diferenciales y con esto los esfuerzos para atender con prioridad y de forma diferencial a mujeres víctimas del conflicto armado, indígenas, afros, Rom y general población con altas vulnerabilidades. En Bogotá las mujeres no caminan seguras.
Rocío Dussán - Pacto Histórico
Como mujer, concejala y madre de dos hijas, soy crítica de la política pública de la mujer en nuestra ciudad. Debo decir que, a pesar de las normas y programas existentes, persisten grandes problemas en su implementación. Por ejemplo, es necesario fortalecer los servicios que ofrecen las Casas de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres mediante el incremento de personal capacitado, con garantías laborales, así como mayores recursos técnicos y económicos.
Como lo he reiterado en varias ocasiones, la violencia contra la mujer y las cifras de feminicidio son alarmantes: 28 en 2023, 21 en 2024 y 5 en lo que va de 2025. En ese sentido, es prioritario avanzar en acciones y estrategias contundentes contra este delito, que sigue en aumento y convierte a Bogotá en una ciudad que no es amigable ni segura para las mujeres.
Quena Ribadeneira - Pacto Histórico
La política pública de la mujer en Bogotá enfrenta un problema de fondo: no es una prioridad del gobierno de Carlos Fernando Galán. Aunque la Secretaría de la Mujer ha hecho esfuerzos importantes, su impacto es limitado porque no existe una estrategia integral y transversal en todos los sectores de la administración.
Hoy, las mujeres seguimos enfrentando violencia en el transporte, el espacio público, la movilidad y el acceso a la justicia, pero la Secretaría de la Mujer no tiene competencia directa sobre estos ámbitos, y sus lineamientos quedan en el papel si no se articula de forma efectiva con entidades como TransMilenio, la Secretaría de Movilidad, la Policía Metropolitana y la Secretaría de Seguridad.
Donka Atanassova - Pacto Histórico
La política pública de la mujer está fallando en no atender la situación de seguridad como una emergencia que requiere acciones urgentes e integrales. Tanto espacios públicos como privados son sumamente inseguros al punto de poner en riesgo la vida de las mujeres.
No hay una articulación interinstitucional que responda de manera integral a las necesidades de las mujeres. Pese a que contamos con una política pública que es transversal a las metas y proyectos de inversión, se puede observar que hay dificultades para implementarla. La administración no ha puesto los recursos necesarios para reducir las labores del cuidado que recaen en las mujeres. Lo anterior, no es solo competencia de la Secretaría de la Mujer.
Sandra Forero - Centro Democrático
Mi propuesta de mujeres en el centro tiene tres elementos: protección, formación y empleabilidad o emprendimiento, alguno de las dos. No ha avanzado mucho la política pública en protección, las cifras de violencia contra las mujeres y de acoso sexual en el espacio público no han cedido y siguen avanzando.
En formación, debemos focalizar más en mujeres que requieren formación para su empleabilidad en temas digitales, en temas de emprendimiento. Sigue siendo mucho más alto el desempleo de mujeres, eso es a nivel nacional y también Bogotá, y sigue siendo muy fuerte la brecha salarial. Entonces, ahí la política pública debía de ser mucho más agresiva.
Diana Diago - Centro Democrático
Lo que ha fallado en la Política Pública de Mujer en Bogotá son los resultados, hoy las mujeres están más vulnerables que nunca, su vida, su integridad física y las cifras así lo demuestran. Es urgente actualizar la política pública de mujeres y equidad de género partiendo de las realidades de la ciudad, partiendo de la georreferenciación de los delitos en Bogotá y también es importante unirse con otros sectores, con salud, con educación, hay que entender los derechos de las mujeres y transmitirlos desde tempranas edades en los colegios y en las instituciones.
Es importante tener objetivos claros, medibles, cosa que no se ha visto hasta ahora. La política que dejó la exalcaldesa Claudia López hay que reevaluarla, las realidades que hoy viven muchas mujeres exigen un abordaje integral y diferente.
Clara Lucía Sandoval - Partido Liberal
La violencia contra las mujeres no es un problema únicamente de Bogotá. Lamentablemente, durante 2024, el feminicidio en Colombia aumentó por lo menos 30% y la trata de mujeres aumentó 26%. Esto nos deja claro que el discurso feminista no es suficiente para que las mujeres estén seguras, sino que necesitamos que se aumente el pie de fuerza para el comando púrpura de la Policía Metropolitana de Bogotá, que apenas tiene 25 efectivos para atender las 90.000 mujeres que tienen medidas de protección.
De igual manera, se deben fortalecer las Comisarías de Familia y agilizar los procedimientos de atención. Así que esperamos menos ideología feminista y más acciones contundentes, que son las que salvan vidas.