La nueva cepa del coronavirus hallada en el Amazonas brasileño ha levantado tanto recelo como la mutación encontrada en el Reino Unido en diciembre. Sin embargo, aunque de esta última se sabe que puede ser entre 50% y 70% más contagiosa que la cepa que predomina a nivel mundial, de la brasileña todavía se tienen pocos datos.
El aviso sobre una mutación desconocida proveniente de Brasil lo dio Japón, país que analizó las muestras de varios pacientes que llegaron a la isla desde el país suramericano. El resultado del análisis genómico demostró que el virus no tenía las mutaciones halladas en el Reino Unido ni en Sudáfrica.
Sin embargo, el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón aseguró que por el momento no tiene evidencia de que la cepa proveniente de Brasil sea más contagiosa.
Por su parte, una investigación realizada por científicos de instituciones como la Universidad de Oxford, el Imperial College of London y el Instituto de Medicina Tropical de Sao Paulo fue publicada en el portal Virological.org. En ella se denominó a la nueva variante como P1 y se mostró cómo las mutaciones se produjeron en la espícula viral que se encuentra en la superficie del virus y le permite invadir las células humanas.
Esta investigación tampoco ha podido demostrar que las mutaciones ocurridas en el Amazonas brasileño representen un mayor peligro de contagio o mortalidad para las personas, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) la catalogó como una “variante preocupante”.
La situación, no obstante, es alarmante en el estado de Amazonas, en Brasil, ya que este jueves las autoridades decretaron un nuevo toque de queda para toda la región luego de que sus hospitales se quedaran sin suministro de oxígeno y se vieran en la obligación de remitir pacientes a otros seis estados del país.
Las cifras son inquietantes, pues en apenas una semana el promedio de los casos positivos de coronavirus en Amazonas llegó a 85,3%.
En las últimas 24 horas, el estado tuvo 3.816 nuevos contagios y tan solo en Manaos, la capital, se registraron 2.516 nuevas infecciones. Allí, en tan solo un día, se contabilizaron 254 hospitalizaciones por complicaciones relacionadas con el virus. Desde el inicio de la pandemia hasta este jueves 14 de enero, el estado registró 223.360 casos confirmados de COVID-19 y 5.930 muertes.
El problema de investigar a fondo la cepa también recae en el retraso que vive la vigilancia epidemiológica en Brasil. De acuerdo con cálculos de científicos, el Gobierno de Jair Bolsonaro realiza 100 veces menos análisis genómicos que el Reino Unido, lo que les imposibilita saber qué tanta incidencia tiene la cepa del Amazonas en la crisis sanitaria que vive el estado.
Cuando las autoridades japonesas lanzaron la alerta al mundo con respecto a la variante brasileña, los investigadores de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), vinculada al Ministerio de Salud, terminaban de estudiar el análisis genómico de las muestras recolectadas en noviembre del virus en el Amazonas.
Debido a la incertidumbre que genera esta nueva mutación y a la delicada situación sanitaria que vive el Reino Unido debido al alto contagio de la cepa que fue hallada en su territorio, el primer ministro británico, Boris Johnson, prohibió de manera temporal la entrada de todos los vuelos provenientes de 14 países latinoamericanos que podrían llevar la cepa del Amazonas al archipiélago.