El Nodo Regional de Cambio Climático de Antioquia, que promueve las estrategias para la gestión climática y la resiliencia en ese departamento -siguiendo la Política Nacional de Cambio Climático-, ahora contará con un Plan de Acción para lograr mayores impactos a favor de la resiliencia frente a esta crisis.
En las últimas semanas han incrementado los fenómenos relacionados con el clima en Colombia, y para el caso de Antioquia, específicamente a causa del Fenómeno de la Niña, se han presentado eventos que han tenido impactos sobre las vidas humanas, como los deslizamientos y el desbordamiento de quebradas.
Ante tal panorama, y bajo la amenaza de que estos eventos se hagan cada vez más frecuentes e intensos, los territorios están reconociendo que necesitan incrementar su capacidad de adaptación al cambio climático por medio de la gestión climática y la gestión del riesgo.
Esto ha permitido la conformación de los Nodos Regionales de cambio climático, integrados y gestionados por actores gubernamentales, autoridades ambientales, el sector privado, la academia y organizaciones ciudadanas para abordar la problemática de un clima cambiante en las regiones.
Los Nodos Regionales tienen la función de articular y gestionar estrategias para aumentar la resiliencia climática y el cumplimiento de la Política Nacional de Cambio Climático, que a su vez, orienta el cumplimiento de los compromisos adquiridos mediante el Acuerdo de París.
Un enfoque regional permite ver el cambio climático como algo cercano. “No debemos verlo como el sufrimiento del oso polar por el derretimiento del casquete, sino que está aquí: en la inundación, en el deslizamiento que bloquea las vías del departamento”, explica Sandra Ledezma, profesional de la oficina de Crecimiento Verde y Cambio Climático de Cornare.
Desde febrero de este año, Antioquia dejó en claro la urgencia frente a esta problemática, al ser el primer departamento de Colombia en declarar un estado de emergencia climática. En consecuencia, empezó a trabajar con WWF-Colombia en una estrategia denominada Unidos por el Planeta, con la que promueven alianzas en pro de la resiliencia climática y la sostenibilidad.
En los últimos meses, esta alianza ha impulsado la reactivación y fortalecimiento del Nodo Antioquia, el cual ya había desarrollado el Plan Integral de Cambio Climático de Antioquia (PICCA). Ahora, el nodo, en el que participan corporaciones ambientales del departamento (Corpourabá, Cornare, AMVA, Corantioquia), la Alcaldía de Medellín, la ANDI, EPM, Parques Nacionales, entre otras organizaciones del sector privado que le apuestan a la sostenibilidad, se encuentra en la etapa de creación de su nuevo Plan de Acción y validación de su reglamento.
Enfoque de alianzas
El trabajo de los actores del Nodo Antioquia ha servido para incentivar la articulación entre instituciones público-privadas, implementar estrategias de mitigación y adaptación, desarrollar educación para responder a esta problemática, y acompañar a los actores responsables de las acciones propuestas en el PICCA y en la declaratoria de Emergencia Climática.
A través de este enfoque, “será posible fortalecer las capacidades de instituciones locales para que introduzcan el cambio climático en sus instrumentos de gestión, asesorar a otros actores en la formulación de proyectos e intermediar para que más fondos nacionales e internacionales lleguen al departamento”, explica Melissa Abud, representante de WWF en el proceso de fortalecimiento del Nodo Antioquia y resiliencia climática de la Alianza.
Educación es clave
Todavía el “cambio climático” no es un fenómeno que todos reconozcamos y entendamos, y por eso, cuenta Ledezma, es necesario trabajar para que cada persona sea capaz de establecer conexiones entre distintos fenómenos climáticos, como las hay entre las crecientes irregulares de los ríos, las inundaciones y el incremento de la temperatura. Además, para que como individuos seamos capaces de ver que nuestras acciones cotidianas, como las compras de supermercado y la forma en la que nos alimentamos, pueden aportar o no a la solución.
Este Nodo se propone para el 2021 el desarrollo de encuentros educativos e intercambios de experiencias en paralelo en las subregiones para incrementar la acción climática.
Otras de las oportunidades que se abren con esta iniciativa son la orientación a docentes para que incluyan la acción climática en sus currículos escolares; y la creación del Observatorio Regional de Cambio Climático, con el que se busca incrementar la participación de la academia y el sector ambiental en el logro de las metas departamentales asociadas al cambio climático.