Tras 800 años se dejó ver la ‘Estrella de Belén’ | El Nuevo Siglo
DESDE hace varias semanas, Júpiter y Saturno iniciaron camino hacia su Gran Conjunción que tuvo su punto culminante este lunes
Foto Nasa
Lunes, 21 de Diciembre de 2020
Redacción Medio Ambiente

UN espectáculo que no se observaba hace 800 años vivió pudo ser apreciado por cientos de miles de personas, en varias partes del mundo, cuando los  dos planetas más grandes del sistema solar, Júpiter y Saturno, se acercaron el máximo posible.



Este majestuoso fenómeno de la Gran Conjunción, como lo llaman los astrónomos, que no volverá a producirse en estas condiciones hasta 2080. Fue bautizado también como  la ‘estrella de Belén’, que según los expertos es solo una interpretación.

Tras la puesta del sol, a las 18H22 GMT (6:22 p.m. hora colombiana), los dos gigantes gaseosos aparecían en el mismo campo de visión de un instrumento de observación, dando la impresión de rozarse, cuando en realidad se situaban a más de 730 millones de kilómetros el uno del otro. 

Para disfrutar de este espectáculo era necesario un simple instrumento de observación, un cielo muy despejado y mirar en dirección al suroeste, en una franja de territorio que abarca el oeste de Europa (Irlanda, Reino Unido, Francia, España, Portugal) y una gran parte de África.

En India, cientos de amantes de la astronomía se reunieron en el Museo Industrial y Tecnológico Birla de Calculta, donde pudieron admirar el baile cósmico a través de un telescopio.

El acercamiento aparente entre los dos planetas ya había comenzado hace varios meses, antes de alcanzar una distancia mínima el este lunes, dando casi la impresión de que los dos astros en el cielo se convertían en uno solo.

La Gran Conjunción corresponde "al tiempo que necesitan los dos planetas para encontrar posiciones relativas similares respecto a la Tierra", explicó Florent Deleflie, del Observatorio de París, antes del acontecimiento.



Júpiter, el más grande, tarda 12 años en dar la vuelta al Sol y Saturno, 29. Y cada dos décadas aproximadamente, los dos planetas parece que se acercan cuando observamos la esfera celeste desde la Tierra. 

A simple vista, el acercamiento da la impresión de que hay un planeta doble, pues "Júpiter y Saturno son dos astros muy luminosos", detalló Deleflie.

La última Gran Conjunción ocurrió en 2000, pero para encontrar una distancia tan pequeña como la de este lunes hay que remontarse a 1623. Y para que vuelva a darse una conjunción tan próxima, habrá que esperar... hasta el 15 de marzo de 2080.

En un efecto de perspectiva, los dos gigantes parecerán pegados, "con una distancia de sólo seis minutos de arco entre ellos, lo que corresponde a alrededor de una quinta parte del diámetro angular de la Luna", precisó Deleflie.

"Con un pequeño instrumento de observación, incluso con unos simples prismáticos, podremos ver en el mismo campo los cinturones ecuatoriales de Júpiter y sus principales satélites, así como los anillos de Saturno", explicó el astrónomo.

A simple vista, el acercamiento dará la sensación de que hay un planeta doble, puesto que "Júpiter y Saturno son dos astros muy luminosos", indicó.

Este excepcional espectáculo se pudo observar durante varias decenas de minutos, en una noche en la que en varios países hay restricciones como el toque de queda por la pandemia.

Algo de historia

En 1610, el astrónomo italiano Galileo Galilei apuntó con su telescopio al cielo nocturno y descubrió las cuatro lunas de Júpiter: Io, Europa, Ganímedes y Calisto. En ese mismo año, Galileo también descubrió un extraño óvalo alrededor de Saturno, que observaciones posteriores determinaron que eran sus anillos. Estos descubrimientos cambiaron la forma en que la gente entendía los confines de nuestro sistema solar.

Trece años después, en 1623, los dos planetas gigantes del sistema solar, Júpiter y Saturno, viajaron juntos por el cielo. Júpiter alcanzó y pasó a Saturno, en un evento astronómico conocido como "Gran Conjunción".



"Puedes imaginar el sistema solar como una pista de carreras, con cada uno de los planetas como un corredor en su propio carril y la Tierra hacia el centro del estadio", explica en un comunicado Henry Throop, astrónomo de la División de Ciencias Planetarias en la Sede de la Nasa en Washington. "Desde nuestro punto de vista, podremos ver a Júpiter en el carril interior, acercándose a Saturno durante todo el mes y finalmente adelantándolo el 21 de Diciembre."

Los planetas parecen cruzarse regularmente entre sí en el sistema solar, con las posiciones de Júpiter y Saturno alineadas en el cielo aproximadamente una vez cada 20 años.

Entonces, ¿qué hacía que el espectáculo de este año sea tan raro? Han pasado casi 400 años desde que los planetas pasaron tan cerca uno del otro en el cielo, y casi 800 años desde que la alineación de Saturno y Júpiter ocurrió por la noche, como ocurrirá en 2020, permitiendo que casi todo el mundo en todo el planeta sea testigo de esta "Gran Conjunción."

La alineación más cercana apareció con solo una décima de grado y duró unos días. Así, anoche parecieron tan cerca que un dedo meñique con el brazo extendido cubrirá fácilmente ambos planetas en el cielo.

La Gran Conjunción de los dos planetas ocurrió el mismo día que el solsticio de invierno, pero por una simple coincidencia, basada en las órbitas de los planetas y la inclinación de la Tierra.

"Conjunciones como esta podrían ocurrir en cualquier día del año, dependiendo de dónde estén los planetas en sus órbitas," dijo Throop. "La fecha de la conjunción está determinada por las posiciones de Júpiter, Saturno y la Tierra en sus trayectorias alrededor del Sol, mientras que la fecha del solsticio está determinada por la inclinación del eje de la Tierra. El solsticio es la noche más larga del año, por lo que esta rara coincidencia le dará a la gente una gran oportunidad de salir y ver el sistema solar."

Los 'puntos calientes' de Júpiter

De otra parte se divulgaron nuevos datos de la nave espacial Juno de la Nasa que  sugieren que los 'puntos calientes' en el planeta Júpiter son mucho más amplios y profundos de lo previsto.



Hace veinticinco años, la Nasa envió la primera sonda de la historia a la atmósfera del planeta más grande del sistema solar. Pero la información devuelta por la sonda Galileo durante su descenso a Júpiter resultó algo desconcertante: la atmósfera en la que se estaba sumergiendo era mucho más densa y más caliente de lo que esperaban los científicos.

Los nuevos hallazgos sobre este fenómeno de Júpiter, junto con una actualización sobre los ciclones polares de Júpiter, fueron revelados este 11 de Diciembre, durante una conferencia de prensa virtual en la conferencia de otoño de la Unión Geofísica Estadounidense.

"Los planetas gigantes tienen atmósferas profundas sin una base sólida o líquida como la Tierra", dijo en un comunicado Scott Bolton, investigador principal de Juno en el Instituto de Investigación del Suroeste en San Antonio. "Para comprender mejor lo que está sucediendo en las profundidades de uno de estos mundos, es necesario mirar debajo de la capa de nubes. Juno, que recientemente completó su sobrevuelo científico cercano a Júpiter número 20, hace precisamente eso: está arrojando luz sobre los viejos misterios y planteando nuevas preguntas, no solo sobre Júpiter, sino sobre todos los mundos gigantes gaseosos".

El último misterio antiguo que ha abordado Juno proviene de 57 minutos y 36 segundos de datos que Galileo transmitió el 7 de diciembre de 1995. Cuando la sonda respondió por radio que sus alrededores estaban secos y ventosos, los científicos sorprendidos atribuyeron el hallazgo al hecho de que la sonda de 34 kilos había descendido a la atmósfera dentro de uno de los puntos calientes relativamente raros de Júpiter: "desiertos" atmosféricos localizados que atraviesan la región ecuatorial norte del gigante gaseoso.



Pero los resultados del instrumento de microondas de Juno indican que todo el cinturón ecuatorial del norte, una banda ancha, marrón y ciclónica que envuelve el planeta justo por encima del ecuador del gigante gaseoso, es generalmente una región muy seca