Hoy se inaugura en París la “nueva casa” de la NBA | El Nuevo Siglo
AFP
Viernes, 24 de Enero de 2020

Milwaukee Bucks, liderado por el fenómeno Giannis Antetokounmpo, y Charlotte Hornets inauguran hoy la ‘nueva casa’ europea de la NBA. Tras Londres, se estrena con gran expectativa París, que acogerá un partido de la liga regular durante “numerosos años”, según anunció este jueves el comisionado David Silver.

A orillas del Sena, el AccorHotels Arena llenará sus 15.000 localidades para un evento que ha batido récord de patrocinadores y que contó con más de 100.000 solicitudes cuando las entradas se pusieron a la venta. Para ver a Antetokounmpo, último MVP de la liga, a pie de pista había que pagar 1.600 euros (1.760 dólares).

“Estás aquí, significa vacaciones, pero tienes que jugar un partido oficial. Ves a todos los fans, la expectación, los medios... Tenemos un trabajo que cumplir, así que tenemos que estar concentrados”, señaló la estrella griega en una improvisada rueda de prensa.

Jordan estará en las tribunas

Antes los Bucks habían completado su único entrenamiento en el recién instalado parquet. Allí Antetokounmpo se afanó en tomar el punto a la línea de tres, su único punto débil. “Me gusta mejorar, me permite abrir la pista, cuanto más cómodo esté, más tiraré”, explicó a los periodistas.

Con 39 victorias y 6 derrotas los Bucks son el mejor equipo de la NBA. Juegan ante Charlotte (balance 15-30), cuya gran atracción está fuera de la pista: su propietario es un tal Michael Jordan, gran artífice de este partido se organice en París. Estará en la tribuna, liderando una larga lista de leyendas que dan más empaque al duelo.

Entre los jugadores de los Hornets, será especial para el internacional francés Nicolas Batum, heredero de la leyenda Tony Parker, que se retiró al final del curso pasado, precisamente en el equipo de Charlotte.

También están en la plantilla el campeón de mundo con España hace unos meses Willy Hernangómez, con pocos minutos en la primera parte de la temporada, pero que ha ganado protagonismo en las últimas semanas.

“Es una temporada difícil, pero hay que seguir, lo que me gusta es jugar al baloncesto. Es un placer estar en París, muchos jugadores nunca habían salido de Estados Unidos”, señaló.

‘¡Casi superhéroes!’

El partido, uno más de los 82 que juega cada equipo en la liga regular, no representa un desafío deportivo mayor, pero sí un paso más en la estrategia de desarrollo mundial de la NBA.

 

“Está haciendo un gran trabajo para expandirse, con los partidos en Londres, ahora en París, y esperemos que en muchos países próximamente. Está permitiendo que sea accesible a mucha gente”, dijo Antetokounmpo.

“Vemos el enorme interés que levanta entre los aficionados, que todavía están intentando comprar entradas, en los medios y con un número de patrocinadores nunca visto. Estaremos en París numerosos años, aunque por el momento el compromiso es solo para el próximo año”, explicó después Silver.

El comisionado de la NBA explicó algunos detalles de la velada: “Habrá un fuerte componente de ‘entertainment’. Luego, el juego es más rápido, con marcadores muy altos y algunos de los mejores del mundo... ¡Casi superhéroes!”, dijo.

La estrella

De las calles de Atenas a las canchas estadounidenses, la historia de Antetokounmpo, el griego de Milwaukee que será la estrella del primer partido de la NBA que se disputa en Francia.

Adolescente, el MVP de la temporada pasada, recorría las calles de la capital griega vendiendo bagatelas para ayudar a subsistir a su familia.

Llegados de Nigeria a comienzos de los años 1990, poco antes del nacimiento de Giannis, los Antetokounmpo sobrevivían con pequeños trabajos, con los que daban de comer a cuatro de sus hijos, ya que el mayor de todos se quedó en África. No disponían de papeles para vivir legalmente en Grecia.

Actualmente, el ‘Greek Freak’ (‘el fenómeno griego’), es un gigante de 2,11 m con unas manos de más de 30 cm que se ha convertido en uno de los baloncestistas más admirados del planeta.

El martes pasado superó la barrera de los 10.000 puntos en la NBA, en el último partido antes del ‘NBA Paris Game’, firmando un nuevo triple doble contra Chicago (28 puntos, 14 rebotes, 10 asistencias).

A sus 25 años y 45 años, es el sexto jugador más joven de la historia de la liga norteamericana en lograr ese hito.

Y desde la renovación de su contrato por 100 millones de dólares en cuatro años, firmado en 2016, es también un hombre inmensamente rico. “Una historia de locos, ¿no?”, admitió él mismo en una entrevista a la revista norteamericana Sports Illustrated.

Una zancada gigantesca

Por supuesto, Antetokounmpo es también un ídolo en Grecia, donde Giannis sueña con darle algún día una medalla internacional, al lado de su hermano Thanasis, dos años mayor y que el pasado verano se unió a él en Milwaukee, y quizás con Kostas y Alex, más pequeños, pero igualmente baloncestistas.

Sin embargo, Giannis tuvo que esperar a 2013, al cumplir 18 años, para obtener el pasaporte griego, justo antes de ser incluido en el ‘draft’.

El apellido de su padre, Adetokunbo, cambió de ortografía tras una complicada transcripción del cirílico al alfabeto latino.

El joven Giannis tuvo la suerte de ser descubierto por los ojeadores de la NBA cuando jugaba en un club de la segunda división griega, el Filathlitikos, y de que numerosos expertos le considerasen demasiado endeble.

Los Bucks lo eligieron en un modesto 15º lugar del ‘draft’ de 2013, es decir, hubo 14 franquicias que escogieron anteriormente a otros jugadores y dejaron escapar a la pepita griega, entre ellos los Cleveland Cavaliers, que desperdiciaron el número 1 del ‘draft’ con un jugador, un tal Anthony Bennett, que ni siquiera está ya en la NBA.

Aquellos que no creyeron en el joven griego se muerden ahora las uñas al ver en lo que se ha convertido este jugador. Su gran fuerza es que posee una agilidad y una velocidad que normalmente sólo se encuentra en los jugadores mucho más bajitos.

Su capacidad atlética es asombrosa. Su zancada es gigantesca, lo que le permite machacar a canasta partiendo del centro de la cancha y con un solo bote. Su desarrollo muscular es considerable desde que llegó a Estados Unidos y se ha transformado en un jugador muy completo, capaz de jugar en varios puestos. Su primer entrenador en la NBA, Jason Kidd, se planteó incluso hacerle jugar de base.

“Estaremos en París numerosas veces, aunque por el momento el compromiso es solo para el próximo año”