Desde hace unos meses se han hecho visibles muchas canas, en la calle e incluso en figuras prominentes de la sociedad. Y es que las canas han aflorado para dar un nuevo significado de feminidad que abraza todas las etapas de la vida, pero no solo eso, sino que también reivindican en las mujeres el derecho a envejecer públicamente desde el empoderamiento y el respeto a su identidad, sintiéndose poderosas y a gusto en su piel. Y con, o sin canas.
Las cabelleras canosas se han visto relegadas durante muchos años a un espacio lejos de la definición de bello porque eran consideradas la antítesis de la juventud, por tanto, de lo aceptable como femenino.
Pero esa idea, afortunadamente, ha cambiado, y ahora las mujeres “somos mucho más tolerantes con nosotras mismas. Como pocas veces en la historia, nos estamos mirando desde nuestros propios ojos. Ya nadie nos dice cómo debemos ser ni cómo debemos considerarnos. Eso es una decisión íntima reivindicativa y transformadora”, asegura María José Llata de Peluquería Llata Carrera desde Santa Cruz de Bezana.
Las canas siempre han sido símbolo de sabiduría y experiencia, pero en los hombres. La vejez femenina, en cambio, era invisible porque se relegaba a lo privado, un espacio hasta hace poco considerado como insignificante. Sin embargo, las canas que lucen ahora muchas mujeres desde diferentes espacios de la sociedad llevan detrás el mismo mensaje: “Abrazar todas las etapas de la vida con todo lo que cada una aporta”, añade Rafael Bueno desde Málaga.
Aceptar el envejecimiento es asumir todas las etapas de la vida y aprovechar todo lo que cada una de ellas nos aporta: la serenidad, los conocimientos, la identidad ya conocida y conquistada.
“La vida es evolucionar y también abrazar cómo nos sentimos y cómo somos. Tan válida es una melena canosa como aquella que se tiñe. Cada mujer escoge la imagen que proyecta porque es el reflejo de su identidad y nadie puede tomar partido en eso. La base de la autoestima está en el autocuidado, la belleza es empoderadora cuando es el fruto de un trabajo personal, de una fidelidad a una misma, por eso no importa tanto la forma como el trasfondo que hay debajo”, afirma Charo García de Ilitia Beauty & Science desde Bizkaia.
Por ello, y como no hay mejor tratamiento estético que estar bien con uno mismo, algunas mujeres no solo no ocultan sus canas, sino que han comenzado a potenciarlas y a enfatizarlas.