"La Constitución no hace ninguna referencia al aborto y ninguno de sus artículos protege implícitamente este derecho". Ese es el argumento con el que la mayoría de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos anuló ayer el emblemático fallo Roe vs. Wade bajo el cual se reconoció el derecho al aborto sin restricciones durante el primer trimestre de embarazo y que estaba vigente hace 49 años.
Esta tesis central de la Corte esgrimida por el magistrado ponente, Samuel Alito y cuyo borrador fue filtrado a comienzos de mayo a los medios de comunicación, no pudo ser rebatida por sus tres compañeros demócratas (Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan), tal cual lo reseñó en el fallo de este viernes al señalar que “la disidencia es muy sincera en cuanto a que no puede demostrar que un derecho constitucional al aborto tenga algún fundamento, y mucho menos uno 'profundamente arraigado', 'en la historia y la tradición de esta Nación'".
Bajo ese soporte jurídico y constitucional, los jueces respaldaron las consideraciones del ponente en el sentido de que la resolución del emblemático caso Roe v. Wade estuvo incorrectamente ejecutada porque la Constitución Nacional no menciona específicamente el derecho a abortar.
“Fue ofensivamente incorrecta, estuvo terriblemente equivocada desde el principio, su razonamiento fue excepcionalmente débil y la decisión ha tenido consecuencias dañinas”, escribió el ponente el fallo refiriéndose a la decisión que, en 1973 dio la razón a Jane Roe, el seudónimo que utilizó Norma McCorvey, quien demandó al entonces fiscal de Texas, Harold Wade, por la prohibición que regía en tal estado para abortar.
En línea con lo que expresó cuando se filtró el borrador de la hoy ya sentencia, Alito insistió que corresponde a los legisladores y no a los tribunales prohibir, avalar o restringir la interrupción voluntaria del embarazo.
De esta forma destacó el magistrado conservador en el fallo que “es el momento de acatar la Constitución y devolver la cuestión del aborto a los representantes electos de los ciudadanos”.
Horas más tarde esa posición fue expresada por el presidente Joe Biden al llamar a los ciudadanos a “luchar de manera pacífica y defender el derecho al aborto y demás libertades personales, en las urnas”. Eso implica que recae en los votantes elegir a los legisladores que apoyen o no dicha práctica.
Y en ese escenario el panorama pinta complicado para los demócratas en las legislativas de mitad de mandato de noviembre, porque corren el riesgo de perder la ajustada mayoría que tienen en la Cámara y el empate en Senado.
El mandatario norteamericano tiene la opción de presentar un proyecto de ley federal sobre el aborto pero amén de ser una arriesgada apuesta política tiene poca viabilidad de aprobación en el Congreso por la situación anteriormente descrita.
El fallo de la Corte Suprema, además de revocar la sentencia Roe vs, Wade, también anuló la resolución de Planned Parenthood versus Casey, de 1992, que ratificó la ‘protección’ del aborto, pero dio lugar a los estados de implementar regulaciones al proceso. Fue así como en las regiones bajo conducción conservadora se promulgaron leyes para fijar tiempos máximos en lo que se podía realizar dicha práctica (hasta las 15 semanas).
Al respecto el magistrado Alito dijo que ese fallo “perpetuó” los errores y ratificó que “Roe y Casey, lejos de lograr un acuerdo nacional sobre el tema del aborto, inflamaron el debate y profundizaron la división en la sociedad norteamericana”.
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El magistrado incluyó una lista de casos que también se basaban en el derecho a la intimidad, ya que afirmó que Roe era distinto de esos casos.
"Lo que distingue claramente el derecho al aborto de los derechos reconocidos en los casos en los que se basan Roe y Casey es algo que ambas decisiones reconocen: el aborto destruye lo que esas decisiones llaman 'vida potencial' y lo que la ley en cuestión en este caso considera como la vida de un 'ser humano no nacido'", escribió el magistrado en el fallo, tal cual lo había escrito en el borrador de ponencia.
Concretamente la sentencia de la Corte se basó en una demanda a una ley de Misisipi que se contentaba con reducir el límite de tiempo legal para abortar. Desde la vista judicial de diciembre, varios jueces habían insinuado que tenían la intención de aprovechar la oportunidad para revisar la jurisprudencia de la Corte.
Con la nueva jurisprudencia se vuelve a la legislación que operaba antes de 1973, es decir, son los estados los que determinan si penan, establecen restricciones o definitivamente prohíben la interrupción voluntaria del embarazo. En esa época, una gran cantidad de estados la consideraba ilegal.
Prohibición inmediata
Una vez conocido el fallo calificado como “histórico” tanto por defensores de la vida como por partidarios del aborto, varios estados de Estados Unidos anunciaron medidas para prohibir la interrupción voluntaria del embarazo en su territorio.
"Misuri acaba de convertirse en el primero en el país en poner fin de manera efectiva al aborto", dijo el fiscal general del estado, Eric Schmitt, en Twitter. "Este es un día monumental para la santidad de la vida".
La gobernadora republicana de Dakota del Sur, Kristi Noem, anunció que el aborto pasa a ser ilegal en este estado del norte de del país, en virtud de una ley llamada "zombi" que fue redactada hace un tiempo para que entrara en vigor automáticamente si la Corte Suprema cambiaba la jurisprudencia.
Esta ley "especifica que, a partir de hoy, todos los abortos son ilegales en Dakota del Sur 'a menos que una decisión médica razonable y adecuada establezca que un aborto es necesario para preservar la vida de la mujer embarazada'", afirmó en un comunicado.
Poco después, el gobernador republicano de Indiana anunció que convocará a la legislatura de su estado, también en el norte de Estados Unidos, para que se pronuncie cuanto antes sobre la prohibición del aborto.
"La decisión de la Corte Suprema es clara, y ahora depende de los estados abordar este importante tema. Lo haremos lo antes posible en Indiana", dijo el gobernador Eric Holcomb en Twitter, y agregó que ha convocado a la asamblea general del estado para el 6 de julio.
"Tenemos la oportunidad de progresar en la protección del carácter sagrado de la vida, y eso es exactamente lo que vamos a hacer", dijo.
Igual ocurrirá en Oklahoma (sur), donde la prohibición solo tendrá una excepción: cuando peligre la vida de la madre.
En total sería en los 26 estados conservadores (de los 50 que conforman la unión americana), la mayoría en el centro y sur del país como Wyoming, Tennessee o Carolina del Sur, donde se prohibirá el aborto y se presentarán legislaciones para estipular casos específicos en que podría realizarse, entre otros, por ser producto de una violación o peligrar la vida de la madre o el feto.
En el otro extremo están las regiones llamadas progresistas, que bajo control demócrata buscan dar la lucha para defender el aborto como un derecho de las mujeres a su intimidad y el manejo de su cuerpo.
Así, los gobernadores de tres estados liberales de la costa oeste de Estados Unidos, anunciaron una iniciativa conjunta para garantizar y defender el acceso al aborto. "Ellos quieren quitarle la libertad a las mujeres (...) California se ha unido a Oregon y Washington para defender a las mujeres y proteger su derecho a tener salud reproductiva", dijo en un comunicado el gobernador de California, Gavin Newsom.
Debido al sistema federal, el fallo de la Corte Suprema no echa por tierra las leyes regionales. Sin embargo, más de la mitad de las mujeres viven en estados con restricciones al aborto, de acuerdo con el Instituto Guttmacher.
Sin duda, la sentencia sobre el tema del aborto es una de las más importantes en la historia de la Corte Suprema desde su creación en 1790, pero sobre todo evidencia una nueva cultura de protección de la vida e invita, como lo expresó el Vaticano, a reflexionar sobre ello.
"Frente a la sociedad occidental que está perdiendo su pasión por la vida, este acto es una poderosa invitación a reflexionar juntos sobre el grave y urgente problema de la generatividad humana y las condiciones que la hacen posible; al elegir la vida, está en juego nuestra responsabilidad por el futuro de la humanidad", afirmó el arzobispo Vicenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida.
Como se sabe, con base en la jurisprudencia del fallo Roe vs. Wade, muchos países liberalizaron el aborto, al punto que son escasos los que hoy lo prohíben.
El expresidente Donald Trump, un confeso provida y quien durante su mandato remodeló la Corte Suprema incorporando a tres magistrados conservadores (Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett), dijo que el fallo “devuelve todo al nivel de los estados" y “Es la voluntad de Dios”./Redacción internacional con agencias