Desde este jueves y hasta el sábado, Bogotá será la sede de la tercera versión del Vabieka Fest - Festival Internacional de Payasas, el primer festival de mujeres payasas que se hace en Colombia y que pretende brindar un espacio de encuentro para visibilizar, construir redes de trabajo artístico e impulsar talentos y propuestas emergentes en el desarrollo del clown femenino.
El Vabieka Fest es un proyecto que nació en Puebla, México en 2017 como iniciativa de Karen Tlahuizo, payasa de la compañía Las Gramelots, y Verónica Pérez, gestora cultural de Concepta Espectáculos. Babieca en español significa “persona boba”, pero las creadoras del festival decidieron cambiar algunas letras para que quedara, la uve de Verónica y la ka de Karen.
Esta primera versión que se hizo en Puebla fue un trabajo autogestionado entre amigos. Allí invitaron a Carolina Villamil Tavera, más conocida en el mundo de la payasería como ‘La Beba’ Villamil, con su grupo La Tropa de Falopio, un colectivo formado junto a Erica García, Paula Salamanca y Micaela Pani, tres payasas y una malabarista, quienes eran reconocidas por convocar a mujeres cirqueras para crear montajes con base en temas femeninos.
El evento en Colombia
Esta es la primera vez que se realiza el evento en Bogotá, el cual solo se ha replicado en otras ciudades de México y de Costa Rica. Serán cinco montajes de payasas internacionales y seis nacionales, y habrá dos talleres: uno llamado ‘Clown Afuera', un entrenamiento de dramaturgia ‘clown’ para espacios públicos dirigido por Alicia Olea, y el otro de ‘Iniciación y ejercicio de bufona’ para mujeres y hombres interesados que quieran explorar la bufonería desde la feminidad, dirigido por Diana Bolaño.
Algunas obras se presentarán en salas de teatro y tienen costo, pero otras serán de entrada libre, como las funciones que se presentarán toda la tarde del sábado en el Centro Gabriel García Márquez del Fondo de Cultura Económica, el conversatorio de este jueves, ‘Mujeres payasas tejiendo redes’, que antecede a la función de las Payasas Cirkulando, una compañía de circo clown española. Las actividades del viernes 6 de diciembre son exclusivas para mujeres; las demás son abiertas a todo público.
Clara Arrey Oliveras, junto a Eva Martínez Collado, crearon una compañía de circo llamada Payasas Cirkulando, que nació como una mezcla entre la pasión por la payasería, por viajar y por escribir. Llevan viajando seis meses por Latinoamérica y son las autoras de ‘Payasas, humor y género’, un libro que venden en sus presentaciones y que nació de una investigación académica donde entrevistan a mujeres payasas reconocidas en Cataluña, como Caroline Dream, Claire Ducreux, Pepa Plana y Virginia Imaz, entre otras. Ahora están ampliando el libro con payasas latinoamericanas.
“Es algo esencial que las mujeres nos juntemos y creemos esta tribu, este grupo de ayuda entre las unas y las otras. Ahora las mujeres están empezando a nacer, a formarse, a visibilizarse, a surgir en estos festivales de solo mujeres. Es muy importante este festival porque es la clave para decir que estamos aquí y queremos ser visibles, que tenemos cosas por decir y aportar”, asegura Clara.
Ser payasas
A 'La Beba', a Clara y a Eva ser payasas les ha servido para quitarse los estereotipos que impone la sociedad por ser mujer. El ‘clown’ rompe con todos ellos "para presentarse públicamente como grotesca, deforme, ridícula, errada, para sentir la libertad y el placer en el desvío, la disidencia, el desorden y el juego”, lee Eva en un aparte de su libro donde aparece esta frase de Melissa Lima Caminha, quien escribió ‘Payasas: Historias, Cuerpos y Formas de Representar la Comicidad desde una Perspectiva de Género’.
La nariz es la máscara más pequeña del mundo que nos permite liberarnos de todas las máscaras que nos pone la sociedad: cómo tenemos que actuar, qué tenemos que hacer y qué gestos usar. “Es como liberarte de todo y ser tú misma. Esa mascarita pequeña es libertad”, afirma Clara, quien estudió ‘clown’ con Eva en la Faktoría Dimo de Barcelona.
Ser una payasa implica muchos retos: “El público siempre identifica el payaso como el hombre, ese es un primer reto: mostrarte en la escena como mujer payasa ya es algo que rompe con una expectativa. Y segundo, el arte que hacemos es crítico y eso genera un debate”. Para Clara usar el humor es una forma increíble de visibilizar y hacer crítica con enfoque de género, pues tanto hombres como mujeres lo reciben de una manera más digerible para reflexionar.