ALFONSO ORDUZ DUARTE | El Nuevo Siglo
Sábado, 21 de Diciembre de 2013

A TRAVÉS DEL TEODOLITO

Revocatoria vs. ineptitud?

Estas  vísperas  navideñas han estado mezcladas, junto con el espíritu de buena voluntad y de alegría que se suele respirar en esta época, con el drama que vive la capital por la ausencia no de autoridad  legítima porque Petro lo es, sino idónea, que no lo es. Los que pensamos que nuestra ciudad debe estar bien orientada, independientemente de quien esté al mando, teníamos una cierta esperanza de ver rectificado el camino, la cual aún  no ha desfallecido porque, según nos informan quienes saben de estas cosas, la determinación de la Procuraduría no tiene marcha atrás así como tampoco la tiene el presidente Santos, quien no tiene alternativa diferente a la de tomar las determinaciones pertinentes para dar cumplimiento a lo que diga esta entidad.

Lo que sí parece cierto es que el Procurador interpretó a través de su fallo, la voluntad de los ciudadanos de bien que queremos vivir en forma tranquila y esperanzadora en Bogotá. No nos lo ha permitido Petro quien a su habilidad como agitador como lo ha demostrado en estos días,  añade la de su ineptitud para el manejo de la cosa pública. No tenía por qué saberlo y así lo supieron quienes votaron por él, esperanzados en que una tercera opción a la izquierda podría dar algún respiro de esperanza, fallidas como estaban totalmente las expectativas como que crearon los alcaldes anteriores, Lucho Garzón y Samuel Moreno.

Ahora resulta una nueva cuestión que seguramente va a incidir en el alejamiento de Petro como alcalde. La revocatoria prevista en la Constitución Nacional que había sido solicitada y a la cual el mismo Petro le había puesto toda clase de obstáculos, ahora ha sido inoportunamente aprobada por la Registraduría Nacional y el mismo Petro se muestra partidario de convocar a la ciudadanía para que opine sobre su permanencia. Pero igualmente si el fallo del Procurador se pone en práctica habrá que convocar a elecciones para determinar quien lo ha de suceder. Lo de la revocatoria bien puede ser ahora su tabla de salvación, si no en forma definitiva, sí para darle más largas a su salida de la Alcaldía.  ¿Será pura cuestión de tiempo?  Si la confirmación por parte de la Procuraduría se da antes de que suceda algo sobre el tema de la revocatoria, y Santos que no tiene alternativa diferente a la de confirmarla, ¿podrá continuar con “vida” la revocatoria?

Será como dicen algunos izquierdistas no necesariamente amigos de Petro, ¿que éste se está convirtiendo en el líder político que el país no veía quizás desde la época de Gaitán? O sencillamente su presencia en el escenario nacional con tan lamentables resultados hasta ahora, ¿es la confirmación de la incapacidad de la izquierda de manejar la cosa pública? Pienso, que sin demeritar las condiciones de Petro como agitador, ha sido incapaz para manejar la cosa pública. Pretende traer a nuestro país y por ahora a la capital, el socialismo del siglo XXI que tiene sumida a nuestra querida vecina Venezuela en la desesperanza y la pobreza.  ¿Será el proceso de revocatoria la confirmación de su ineptitud y por eso la estimula ahora?