¿Beirut ahora Damasco? | El Nuevo Siglo
Jueves, 13 de Agosto de 2020

Luego de la grave explosión que aconteció en días recientes en la capital del Líbano, Beirut, el gobierno libanés comenzó su caída. Dejando a la vista la corrupción existente y el sometimiento al grupo terrorista Hezbollah. El nitrato de amonio que causó tan magno estrago era propiedad de Hezbollah. Desde el 2013, esta peligrosa sustancia se encontraba en el milenario puerto fenicio, pues, el plan era usarla en Siria y en contra del objetivo de guerra central del grupo terrorista: Israel.

Dejar semejante peligro inminente en un objetivo civil parece tan irónico que a la final es posible. Líbano no cuenta con un gobierno sólido, tampoco con instituciones fuertes y además está inmersa en una fuerte crisis económica. La explosión deja al país en una situación similar a la de Siria. Damasco, otrora gran capital del mundo antiguo, destruida por una guerra incesante y ¿Ahora sería Beirut? Pero esto no fue siempre así.

Fue llegada a considerar como “Paris de Medio Oriente” por su elegante infraestructura, por la calidad de vida que en algún momento ostentó, y, por el cosmopolitismo de la ciudad. También fue conocida como: “Suiza de Medio Oriente”, por su sistema bancario y por las importantes reservas de oro que esto le otorgó. Es prominente centro cultural del Oriente Próximo, y del mundo árabe en general. Y, un destino turístico formidable, visitado por millones de turistas a lo largo del tiempo.

Beirut, la capital histórica del Líbano. Su importante puerto, así mismo, la demografía de la ciudad, demuestran el valor de la misma. Para historiadores y arqueólogos es objeto de estudio y seguro un patrimonio de la humanidad. Importante punto geopolítico del mundo árabe. Cuna de la civilización fenicia y luego enclave geográfico para los helenos, los romanos, los otomanos y los árabes. Además, con gran influencia francesa, debido al dominio francés que hizo parte de su historia moderna.

Hezbollah, “el partido de dios”, es un grupo terrorista del islamismo chií, financiado por Irán, Siria, e incluso Qatar. Es el culpable de decenas de ataques terroristas, principalmente sus objetivos han sido Israel y los judíos en general. En Argentina y en Panamá, ejecutaron actos de tan alta magnitud terrorista, como la explosión de la AMIA y del Vuelo 901 de Alas Chiricanas. Estos, los mayores ataques terroristas de estos países latinoamericanos.

Un grupo denominado “Ansar Allah” se hizo cargo de ser el perpetrador de los ataques terroristas. Pero, este grupo no existía en realidad; en cambio Hezbollah si, y era el verdadero autor de los crímenes. Este grupo terrorista, que cínicamente se autodenomina partido político, fue fundado en la década del 80 como un grupo armado emergente en contra de la intervención Israel, y ha participado en las guerras civiles libanesas. Hassan Nasrallah es el líder de esta insurgencia paramilitar, que, además financia y se apoya en otros grupos terroristas.

Líbano se encontraba en una situación difícil, sin contar la pandemia que no ha perdonado a ninguna nación. Pero esta explosión demuestra que quien gobierna el Líbano es Hezbollah y que el gobierno títere se empieza a desvanecer, entre la vergüenza y el oprobio. El gobierno se va y solo queda Hezbollah.

@davidrosenthaal