CAMILO HERRERA MORA* | El Nuevo Siglo
Sábado, 26 de Octubre de 2013

¿No queremos la paz?

 

A veces parece que la opinión pública no quiere la paz, ni las instituciones, y quizá el mismo Gobierno y hasta las autodenominadas Farc. El gobierno Uribe nos dejó la sensación de que podemos vencerlos por la vía militar y estar ahora sentados con ellos en una mesa negociando lo consideramos innecesario y en muchos casos injusto, porque sabemos que por culpa de ellos el país tiene muchos problemas. 

Desde hace más de 50 años ha habido procesos de paz con esta guerrilla y siempre han fracasado, como algunos ya afirman de este proceso; esto nos hace pensar, por qué no queremos que esta paz se dé. Quizá sea porque no queremos perdonarlos sino vencerlos; quizá porque no sabemos vivir sin la excusa de la guerrilla, o porque para mantener el poder necesitamos un enemigo.

Pensar en esta paz es pensar en tener un mejor entorno, en el que la violencia programada y el terror inesperado no estén presentes, y por algún motivo no estamos dispuestos a sacrificar nada para que esto pase. Algunos ven el proceso de paz como un espacio donde vamos a perdonar a los terroristas y ceder a sus peticiones, cuando lo que realmente pasa en la mesa, es la definición de un camino para evitar seguir en la angustia del terror. Para ellos lo que hacen es justo y para nosotros no. Para ellos lo que hacemos no es correcto y para nosotros sí; por esto es muy complejo llegar a un acuerdo ya que somos de imaginarios culturales diferentes y ninguna parte quiere ser la que pierda.

La guerra nos ha dejado muchas heridas, enormes fallas y una cultura que no respeta la vida, y no queremos que nuestros hijos vivan eso, lo cual al final es la gran razón para buscar el fin de este conflicto; quizá la forma de encontrar una salida, es no considerar que estamos negociando la paz con nuestros enemigos cediendo a algunos de sus términos, sino pensar que estamos dando un paso para un mejor país. Tenemos que querer la paz o no la lograremos, pero por algún motivo, que no es evidente, tan acostumbrados a vivir en guerra, que estamos dispuestos a seguir en ella, olvidando que nuestro deber es crear un mejor lugar para la siguiente generación pero nuestro orgullo nos quita esta posibilidad.

Colombianada. Creemos que ganar es vencer al contendor, y no mejorar cada día.

*Presidente de Raddar