CAMILO HERRERA MORA | El Nuevo Siglo
Sábado, 2 de Junio de 2012

Salud: ¿obligación o derecho?

 

El país ha entrado en una serie de debates de alta profundidad sobre los derechos y los deberes ciudadanos y estatales, y esto requiere reflexiones claras sobre sus significados y no sobre sus interpretaciones.

El derecho a la salud se refiere a su acceso y no a que el Estado deba proveerla a todos, ya que esto es económica y moralmente complejo como en el caso extremo de tener que escoger entre salvar de la muerte a 10 personas con enfermedades respiratorias y una de cáncer porque hay recursos limitados y lleva el debate mucho más allá de lo económico del sistema.

Sin duda hablar del sistema de salud es popular; esto no puede ser usado para desdibujar el debate ni desconocer la Constitución ni las limitaciones. Deberíamos tener acceso a la mejor salud posible, más ha tomado carrera que debemos tener el mejor servicio, lo cual es simplemente inalcanzable porque los costos serían imposibles.

Decir estas cosas causa sensaciones negativas que desembocan en señalamientos simples como “modelo neoliberal” o “la salud no es un negocio”, mas hablemos claramente del tema y no bajo el discurso de un deber ser social irresponsable: lo social reconoce la espantosa condición de pobreza del país y la vergonzosa situación de concentración de ingreso, también debe reconocer que ante recursos limitados (porque el acceso a salud no es el único problema del país) se deben tomar las mejores decisiones para la mayoría.

Hoy se señala fácilmente que el sistema de salud es corrupto, ineficiente, que busca utilidades y que no tiene sensibilidad social, porque existen casos puntuales donde el sistema ha fallado; es fundamental individualizar los hechos y no generalizar, gracias al actual sistema tenemos mayor cobertura, más camas, mas vacunación y un nivel de riesgo financiero para los hogares reducido ante una enfermedad de alto impacto.

Hoy los colombianos van cerca de 4 veces al año al médico, hace 20 años lo hacían sólo una vez, se han reducido muchas mortalidades y morbilidades, pero lo que se señala es que a una persona una EPS le negó un servicio, cuando seguramente fue un problema administrativo mal manejado en la IPS, al igual que en los recobros, donde sin duda hay más responsabilidad en la clínica que en la EPS, pero ya hemos llevado al sistema a ser tan malo para la opinión pública como los bancos, las aseguradoras o la DIAN, porque simplemente no hacen las cosas como queremos, sin importar los costos que esto significa. Por esto creo que es momento de dar el debate de una manera más seria y no con discursos populares.

Colombianada. Una manzana podría podrir a todas las de la canasta, pero no por estar podrida una, están podridas todas.

@consumiendo