Luis López de Mesa conocido en su pueblito como “el sabio de Donmatías”. A pesar de haber nacido en cuna de trovadores, se dedicó a la ciencia. Fue éste, quien como canciller de la República, restringió la entrada a miles de judíos que buscaban escapar del horror nazi. Esto en el gobierno de Eduardo Santos. Creían que la emigración judía sería algo negativo para la sociedad colombiana en general. Esto demuestra aquella xenofobia que existía en Colombia. En cambio, países como: Argentina, Uruguay y Brasil, fueron mucho más abiertos a la llegada de foráneos. Lo cual, representó un gran crecimiento económico para estas naciones.
El periodista Enrique Santos, más conocido como “Calimán”, promulgaba que Colombia no era tierra para inmigrantes. Seguro, un grave error acontecería para la posteridad.
Los nuevos habitantes se convirtieron rápidamente en importantes miembros de la sociedad. Llegando a conformar un gran porcentaje del sector empresarial, y por medio del nuevo sistema a crédito, fueron los precursores de una nueva clase trabajadora, además, de los grandes aportes culturales que también tendrían lugar.
Cuando estos inmigrantes llegaron de Europa, luego de un periplo tal como, atravesar medio mundo desde remotos puertos y arribar en tierra tropical. Barranquilla y Cali daban la bienvenida, a quienes hablaban alemán, polaco y yiddish. Colombia nunca recibió una gran cantidad de migrantes, en realidad eran muy pocos -seis mil- los que se animaban a venir a tierras tan lejanas y desconocidas. Sin embargo, antes de que se interpusiera la restricción del visado colombiano, hubiesen podido llegar miles de personas más.
Las familias que alcanzaron a llegar -conocidos como los polacos-, tuvieron muchas la mala suerte de quedar incompletas, pues el alto costo de la visa colombiana -mil pesos de la época-, llevó a que miles de personas al no poder escapar a última hora, perecieran en los campos de exterminio. El nazismo y, Los protocolos de los sabios de Sion, un libro tremendamente antisemita, que era el manual de quienes se vanagloriaban de restringir la entrada a los judíos, a un país, en el cual aún había gente descalza y con ruana. Más, con la llegada de estos klapers -quienes iban de puerta a puerta ofreciendo sus productos- las personas pudieron tener zapatos y trajes de paño, cosa que antes no hubiera sido posible.
Fue de tal magnitud el progreso que forjaron estos “polacos”, que hasta barrios enteros fundaron, tales como Las Ferias, el 7 de Agosto y Puente Aranda, etc. Leo Kopp el fundador de la tan reconocida cervecería Bavaria, fue uno de los primeros grandes industriales que construyeron barrios para sus obreros, como la Perseverancia. Y, además, cambio la “chicha”; por la tan luego popular “pola”, nunca antes conocida.
Promulgaba López de Mesa, que la unión entre los judíos y los indígenas, traería consecuencias negativas. La unión de la “usura” junto con la “zalamería” por ejemplo. Argumentos absurdos de quien en realidad descendía de un Inca, pero se autoproclamada descendiente del Cid Campeador. Así de paradójico era este personaje. Culpable de las muertes de aquellos que a último momento no pudieron arribar a suelo colombiano, más si, fueron desposeídos de sus vidas en Europa.