EDUARDO VARGAS MONTENEGRO | El Nuevo Siglo
Domingo, 3 de Junio de 2012

Otras posibilidades

Estamos en el mundo de todas las posibilidades, pero es muy posible que nos limitemos a vivir desde lo que hemos aprendido, que de alguna manera representa nuestra seguridad. Por ello es absolutamente comprensible que ante las diferentes situaciones que nos plantea la existencia nos aferremos a lo conocido, a los contenidos mentales que tenemos aquí y ahora. Pero es posible que haya otras miradas diferentes, que de reconocerlas y abrirnos a la experiencia de vivirlas, nos provean de respuestas que no habríamos obtenido si nos mantuviésemos en nuestros pensamientos habituales,  nuestra zona de confort. 

Hace unos días me llegó uno de esos correos masivos en los que se plantean retos imposibles de hacer.  El mensaje proponía un ejercicio: levante su pie derecho y gírelo en el sentido de las manecillas del reloj; luego, y mientras su tobillo sigue en movimiento, dibuje con su mano derecha un número seis en el aire, sin que el sentido del movimiento de su pie derecho cambie. ¡Se dará cuenta de que es imposible, que no hay manera de que su pie siga rotando en sentido de las manecillas del reloj! Continuaba diciendo el mensaje. Si se anima, le invito a hacer el ejercicio, para que compruebe por su propia cuenta si lo que dice el mensaje es cierto o no.

El ejercicio planteado parte de una premisa que resulta no ser cierta: todo el mundo hace el número seis en igual forma, y esa forma es de arriba hacia abajo.  Es posible que si usted se animó a hacer el ejercicio efectivamente lo haya hecho en la manera supuesta en el ejercicio, esto es, desde arriba hacia abajo. Y sí, de esa manera el mensaje es correcto, pues apenas empezamos a dibujar en el aire el número seis de arriba hacia abajo, el sentido de giro del pie cambia automáticamente. Pero, ¿será la única manera de dibujar el número seis en el aire con la mano derecha? Le aseguro que no.

Es ahí donde entran las otras miradas, en explorar todas las opciones. Si nos atrevemos a hacer lo que generalmente hacemos, pero de manera diferente, obtendremos unos resultados que seguramente nos van a sorprender. Sin embargo, lo más importante no será el resultado, sino el proceso: el darnos el permiso de pensar distinto, de ver la realidad desde aristas incluso opuestas a las que usamos para ver lo que pasa. A lo mejor usted ya hizo en el aire el número seis de otra manera y con la mano derecha.  Y se dio cuenta de que cuando cambiamos el enfoque de la vida descubrimos que son posibles otras formas de vivir, que nuevas posibilidades están al alcance de nuestra mano.