El presidente Donald Trump sigue insistiendo que hubo fraude electoral y que le robaron las elecciones, a pesar que todo el sistema electoral manifiesta que se hizo correctamente.
Esta actitud del primer mandatario de los Estados Unidos ha llevado a que sus seguidores hayan salido a la calle a protestar y reclamar su triunfo en distintas ciudades, empezando por la capital, Washington, donde se han presentado enfrentamientos entre los seguidores de Joe Biden y Donald Trump.
Es indudable que hoy en día, y principalmente por la actitud de Trump, el país está polarizado y fracturado.
Todas las autoridades electorales de los distintos Estados han llevado a cabo los escrutinios y los han cerrado, dando a conocer los resultados donde es claramente ganador Joe Biden al obtener 306 escaños electorales con 77.972.527 votos, contra 232 a favor de Trump que son 72.654.155 votos
Indudablemente el Presidente Trump tiene muchísimo respaldo en un gran sector de la población, pero eso no significa que haya ganado. No hay ningún medio de comunicación que diga lo contrario.
Por otra parte, en las declaraciones que ha hecho sobre trampas y cambio de votos no ha presentado pruebas que lleven a esa conclusión. Ya sus abogados han exigido reconteo de votos en algunos Estados y ya las autoridades electorales lo están haciendo.
Entre tanto la mayoría de los congresistas republicanos lo siguen apoyando, pues no lo quieren de enemigo, sobre todo teniendo en cuenta que hay elecciones al Congreso en dos años.
Como ejemplo de esta actitud, las declaraciones del Secretario de Estado que tiene aspiraciones políticas más altas y que se han referido a una transición suave a un segundo mandato de Trump, desconociendo los resultados y creando una verdadera desinformación a la comunidad internacional, frente a la cual muchos de los mandatarios de los distintos países del mundo ya han reconocido y felicitado a Joe Biden como el nuevo Presidente de Estados Unidos.
Por otra parte las manifestaciones reclamando la victoria de Trump no van a ningún sitio y poco a poco va digiriendo su derrota. Está por verse si lo que quiere es dejar su electorado listo y en ambiente para postularse en 4 años.
Es claro que no favorecer la transición que, por tradición y a pesar de las diferencias ideológicas o políticas se ha hecho con amabilidad y protocolo, le hace mucho daño a las instituciones y a la imagen de los Estados Unidos, por lo que es fundamental que las autoridades electorales y judiciales resuelvan con rapidez y eficiencia las impugnaciones que se han presentado y así hacer más suave la transición que hasta ahora está muy hostil, gústele a Trump o no.
Por otra parte es claro que Joe Biden debe darle las gracias al mal manejo que le dio a la pandemia del coronavirus el Presidente Trump, pues es claro que gracias a esta situación fue que perdió. Si no hubiese sido así, si se hubiera presentado o la hubiera manejado distinto, seguramente habría ganado.
Los republicanos siguen en gran parte apoyando a Trump por no quererle de enemigo en elecciones 2022 en las que los republicanos quieren recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes y porque el 5 enero se votaran los dos puestos de Georgia al Senado, por lo que los republicanos necesitan el apoyo de Trump para asegurarse esas curules con las que conservarán la mayoría en el Senado.
A pesar de lo difícil de la transición, Biden está dando una imagen de tranquilidad y orden. Dedicó su primer gran discurso a la pandemia y el segundo, el lunes, a la recuperación económica. Poco a poco se conocen los nombres de quienes se rodearán. Ya nombró a su jefe de gabinete. También a un equipo asesor para la pandemia. Y todos los nombres que se barajan para su gabinete se caracterizan por gran experiencia y profesionalidad.