GUILLERMO FRANCO CAMACHO | El Nuevo Siglo
Domingo, 22 de Diciembre de 2013

Vocabulario

 

La Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda publicó el informe Chavismo sin Chávez. Un modelo en suspenso (octubre, 2013) con el respaldo de la Corporación Pensamiento Siglo XXI y OPEL; uno de sus capítulos, “Una mirada al discurso de Nicolás Maduro”, incide directamente en el aspecto que incomodó inicialmente del mandatario venezolano: el uso de términos alrededor del fascismo para referirse a la reunión entre Juan Manuel Santos Calderón y Henrique Capriles. Sin embargo, de no ser por el aporte de Maduro, no se hubiera aprendido sobre el tema analizado desde el mes de julio; se supo, a través de la bibliografía disponible, que los comunistas califican de fascistas a sus adversarios y surge la siguiente hipótesis: los socialistas del siglo XXI acogieron la costumbre y la volvieron propia. Para concluir este aparte: se ha sugerido, a cargo del presidente Maduro, la elaboración de un escrito sobre el movimiento político indicado que despeje aspectos teóricos y marque lo pertinente a la América Latina en general y a Colombia en particular; se espera una contribución valiosa en lo cultural y científico a la ciencia política latinoamericana.

Los autores del capítulo son Sergio Ángel Baquero y Diego Fernando Sánchez Rodríguez ambos vinculados, por supuesto, a la Universidad Sergio Arboleda, con una metodología sencilla: examinar los planteamientos de Chávez y Maduro en reuniones con trabajadores, Consejo de Ministros y toma de posesión presidencial; se pone énfasis en detectar las expresiones y palabras de uso más frecuente. Chávez, frente al primer grupo, descalifica al sistema capitalista y considera que el socialismo es la solución de los problemas sociales, políticos y económicos; las palabras “pueblo” y “revolución” son claves acompañadas por clase trabajadora, socialismo e independencia. Ante el Consejo de Ministros, Chávez busca un vínculo con Simón Bolívar, incluso con Cristo, y mostrar avances; se reiteran las menciones al Libertador y distintos giros alrededor del socialismo. En el tercer discurso se exalta el papel militar y de la unión cívico-militar, de sus compañeros más importantes y relata historias. Maduro acoge lo dicho por Chávez y busca legitimidad y continuidad en esta fuente, ataca opositores asignando culpabilidades concretas y con términos como violentos, fascistas, intolerantes, golpistas, xenofobia, promueve la unidad interna mediante el nacionalismo exacerbado y destaca la importancia regional de Venezuela.