Horizonte
Antonio Navarro sostuvo que el paso de Juan Manuel Santos a la historia depende de obtener la paz interna y, de no ser así, sólo será recordado como un buen Presidente y de esos hay varios. No se niega el nexo entre ambos objetivos; sin embargo, hay otras deficiencias graves que, al resolverse, garantizan la perspectiva de una “buena gestión” y, tal vez, en la terminología del citado líder de izquierda, el “paso a la historia”.
Cabría mencionar la inequitativa distribución del ingreso y la propiedad que ha llevado, a quien escribe, a pensar que tal fin no se ha contemplado en la política económica de nuestro país. Se avanza en el programa de tierras y víctimas y ¿será que el despojo de propiedades y la presencia de paramilitares se vieron durante las guerras civiles del siglo XIX? Se ha identificado, como seria anomalía, desde la Colonia, la infraestructura de transporte que se agravó, durante el siglo XX, con lo acaecido en materia fluvial y férrea. Hay progreso en la coordinación del proceso de desarrollo social y, por último, todo indica que comienzan a sentarse bases institucionales firmes para el ataque a la corrupción. El Presidente de la República conoce el tema y cabe recordar que es el prologuista del libro Superando la Corrupción (2011) de Bertrand de Speville; han aparecido varios artículos, en esta columna, en torno de la obra referida y se ha sugerido, al respecto, la elaboración de un par de tesis de grado que conducirían a la vinculación del mundo académico al tema. Se establecería, por una parte, el paralelo entre los modelos internacionales para enfrentar el problema, como el descrito por De Speville, y el esquema, en formación, en Colombia. Otra tarea consistiría en analizar el esfuerzo reciente, en nuestro país, por ejemplo, desde César Gaviria o Virgilio Barco para resolver el problema y deducir las lecciones y conclusiones pertinentes.
Sin ser exhaustivo, conviene mencionar algunas acciones. La Fiscalía General ha creado una sección en el campo de la salud. Laura Gil plantea que no se nombren embajadores envueltos en dificultades éticas. La magistrada María Mercedes López denuncia probables casos en pensiones, lo cual complementa la labor de la Contraloría General. Se observan condenas por tráfico de influencias y el fiscal Montealegre continúa el examen de la parapolítica, lo cual significa debilitar el clientelismo.