Rutinariamente en mis columnas utilizo informaciones u opiniones de la prensa anglosajona. Rara vez de la prensa europea. En esta ocasión voy a hacer uso de la revisión de algunos periódicos franceses. Es que Francia en los meses recientes experimentó unos resultados electorales que sorprendieron y que dieron lugar a una decisión del presidente Macron quien disolvió la asamblea y convocó a elecciones y así logró una lectura diferente de la situación.
Es que están ocurriendo cosas inusitadas con los procesos electorales. Por ejemplo, el triunfo del partido laborista en las elecciones que tuvieron lugar hace poco en Inglaterra fue absolutamente abrumador. Conviene tener claridad sobre lo que ocurre en cada país. Los contextos son tan diferentes y los comportamientos electorales son difíciles de asimilar a los que ocurren en otros países.
En el caso francés la revisión de algunos de sus periódicos antes y después de las elecciones de los Estados Unidos muestra no solamente un enorme interés por lo que está ocurriendo en ese país, sino un esfuerzo de hacer interpretaciones muy diversas. Los periódicos tenían sus propios corresponsables en distintas partes de los Estados Unidos que enviaban textos bastante originales.
Por ejemplo, el periódico dominical (Journal du Dimanche), en una gran portada con fotos originales de Trump y de Kamala, se preguntaba una semana antes del día de las elecciones, por qué Trump podía ganar. En el editorial de su directora afirma que el campo político nunca ha estado tan polarizado como ahora. Y menciona como Francia y Estados Unidos son ejemplo de esa fragmentación, de esa desunión. La editorialista cita una serie de hechos muy graves que ya no producen ninguna reacción en Francia.
Ese relato la lleva a hacer afirmaciones tan contundentes como esta: "la acusación de radical o de fascista se ha convertido en la norma para designar a quienes no piensan como aquellos que se han apoderado del magisterio moral en nuestro país desde hace 50 años, es decir, la izquierda". Habla de la banalización de nociones inconcebibles como la clasificación de aquel que no piensa de la misma manera y de cómo éstas expresiones se convierten en banalidades que autorizan todos los ultrajes justamente porque ellos han sido banalizados. Termina con una apropiada cita de Víctor Hugo: "se resiste a la invasión de los ejércitos, pero no se resiste a la invasión de las ideas".
Para la analista que responde la pregunta de la portada lo que hubo fue un enfrentamiento entre Kamala y Trump que puede describirse como uno entre la izquierda y la derecha que tomó la forma de una guerra civil de civilización interna de la cual el 5 de noviembre próximo no sería sino una etapa seguramente decisiva (recordemos que está hablando el 30 de octubre)
Le Fígaro, dos días después de la elección, subraya que es "el primer republicano que ha ganado el voto popular después de George W. Bush en 2004, amplió la base de votantes hasta obtener 45% del voto latino y 12% del voto negro y obtuvo mejores resultados en casi todo el país que los que consiguió en el 2020 incluidos los estados demócratas". Su editorial dice en el título "¿Trump ha resucitado, se va a reinventar?" Este periódico no habla de un mandato claro sino de un mandato fenomenal, y se pregunta si predominará el deseo de dejar una huella para la historia al reinventarse o su sentimiento de venganza. Concluye afirmando que nadie apuesta sobre su magnanimidad.
Y luego señala las amenazas que sus planteamientos implican para Europa. El analista de la autopsia de la derrota de Kamala afirma que el costo de vida elevado, una inmigración récord y el fracaso del intento de reconciliar una nación dividida explican, para el autor el fracaso de la administración demócrata. Trump logró presentarse como el candidato de la paz frente a una demócrata asociada a la guerra.
Finaliza su análisis con esta predicción: "Desde enero de 2026, los americanos han quedado expuestos a la tiranía de la mayoría".