JOSÉ E. MOSQUERA BERRÍO* | El Nuevo Siglo
Miércoles, 18 de Diciembre de 2013

Y el gran capital

 

 

Nelson Mandela fue una de las figuras políticas más importantes del mundo en el siglo XX y principio de este, su grandeza es equiparable a las de Roosevelt, Churchill y Gandhi. Símbolo del perdón y la reconciliación en el mundo. El poder de la palabra, la paciencia, la coherencia, el pragmatismo y su visión política fueron entre otras las armas más efectivas que utilizó para derrotar el apartheid, pero su triunfo no lo había logrado sin dos poderosos aliados: los empresarios y el gran capital.

Por eso uno de los aspectos más importantes de su legado fue el pacto político que firmó con los empresarios y líderes políticos blancos sobre el reparto del poder, en donde los negros controlan el poder político y los blancos el poder económico de la nación.

Un asunto que fue fundamental para lograr una paz duradera en Sudáfrica, tema que analiza con profundidad y sapiencia, el escritor Anthony Sampson, en su libro Sudáfrica: magnates, revolucionarios y apartheid. Un libro que revela la relación que hubo entre las grandes multinacionales y los movimientos políticos negros. Sampson hace un análisis sobre la ruptura del gran capital y los hombres de negocios con el régimen opresor y muestra que al final socavaron y terminaron como figuras determinantes en la abolición del segregacionismo.

Otro libro que aborda el papel del sector financiero y empresarial en la caída del régimen es Sudáfrica: historia de una crisis, del escritor francés, René Lefort. En estos dos libros se hacen interesantes revelaciones acerca de los roles que jugaron los banqueros, las multinacionales y el gran capital en la caída del régimen segregacionista en Sudáfrica.

Lefort analiza cómo el sistema de segregación no se adaptaba, ni a las exigencias de una industria moderna, ni a un nuevo sistema de producción debido a que el desarrollo separado se constituía en un obstáculo para el crecimiento de la economía más próspera de África.

Sampson muestra cómo fueron de trascendentales las primeras reuniones en Londres, entre los líderes del Congreso Nacional Africano, empresarios y banqueros hablaron sobre el futuro de Sudáfrica.

Expresa que a pesar del escepticismo que tuvieron al principio los líderes negros sobre el cambio de postura de los empresarios, finalmente reconocieron que habían sido los empresarios los que habían tendido con más eficacia que los diplomáticos el puente con Occidente para acabar con el poder de la supremacía blanca.

Twitter: @j15mosquera

*Periodista