JUAN DIEGO BECERRA | El Nuevo Siglo
Domingo, 27 de Octubre de 2013

Ensayo y error

 

Desde el gobierno de Luis Eduardo Garzón el Transmilenio por la Carrera Séptima, en Bogotá, debía haber quedado firmado. Fue él, quien a punto de terminar su período prefirió no firmar para dejar la decisión en manos de Samuel Moreno, aquel prohombre olvidado. Y en su gobierno firmaron una troncal ligera, que no convenció a nadie, pero que la alcaldesa encargada mantuvo; y llegaron los candidatos que discutieron entre el metro y el Transmilenio que ya se había firmado, pero al final ganó Petro y no fue ni el uno ni el otro. Un tranvía fue su solución, un metro ligero, pero con una Alianza Público-Privada. Y van casi dos años de gobierno y no hay nada, así que mejor mandemos buses que no son ni normales, ni especiales. Buses, para seguir andando con los mismos buses que hicieron que la Calle Real terminase siendo un caos absoluto.

La historia de la Carrera Séptima es la demostración de una sucesión de administraciones en las que la movilidad no ha tenido coherencia alguna y se ha convertido en un discurso electorero y miserable que tiene a la ciudad estancada. Moreno ganó por su promesa del metro, por nada más porque no fue mucho más lo que dijo, y Petro porque denunció a Moreno, así de sencillo. Y hoy iniciamos una nueva etapa de una de las vías más emblemáticas del país entre la más infame incertidumbre sobre su futuro, con una “solución” temporal que en el fondo no cambia nada.

Parece que pusieron los buses mixtos para tener una excusa y utilizar la Estación subterránea del Museo Nacional y evitar que sigan diciendo que fue un elefante blanco, como lo terminó siendo gracias a la decisión de Garzón. Pero es perfectamente claro que no existe una visión de ciudad diferente a decir que debe haber un tranvía, que parece hoy más lejano que el Metro de Samuel.

Y los bogotanos tenemos que seguir esperando en el trancón por respuestas que nunca llegan; o que cuando llegan son como estas, sacadas de la manga, ajenas a la realidad de la ciudad y a la situación diaria que se recorre en las calles de la capital.

Ojalá al menos algún día se haga algo, para que no nos quedemos con los nuevos buses como la única opción para el oriente de Bogotá.

@juandbecerra