Se dice que los buenos conductores se conocen bajando. Uno sabe qué tan bueno es un gerente de acuerdo a cómo actúa en los tiempos difíciles, en los tiempos fáciles casi a todos les va bien. Al director de la Dian, José Andrés Romero, le ha ido bien y es lo que uno esperaría. En los últimos dos años le han aprobado dos aumentos de personal e impuestos, en mi opinión necesarios.
Pero ahora, ante la desafortunada realidad de una pandemia, es cuando se pone a prueba la capacidad de maniobra. Estamos en tiempos extraordinarios donde como el mismo director de la Dian ya lo anunció nos enfrentamos a una caída de hasta $24 billones de pesos en el recaudo del 2020, eso es el 8,9% del presupuesto de la Nación. Por eso, vale la pena hacerle varias preguntas.
Lo primero que hay que decirle es que la mejor manera de darle de nuevo liquidez a las empresas es devolviéndoles los saldos que tienen retenidos. A la fecha los números no son malos, se han hecho devoluciones por $3,4 billones. Sin embargo, una tercera parte de ese valor corresponde a compañías minero energéticas. Entonces ese dato es engañoso, demuestra que se le devuelve la plata principalmente a empresas grandes.
Para que la devolución se haga efectiva la Dian tiene que definir si la empresa es de alto, medio o bajo riesgo. En este caso, se están aplicando dos criterios que son injustos. Primero, no haber tenido una discrepancia con la Dian, ya por esto es considerada compañía de alto riesgo y la devolución no se hace. Segundo, el riesgo operativo de la empresa y eso para efectos fiscales no debe interesarle a la Dian.
Estamos ante una medida que deja por fuera al grueso de las pymes. Estar aplicando estos criterios en una pandemia puede ser la causa de que en abril sólo el 7% de las solicitudes de devolución de saldos a favor fueran aprobadas.
La segunda pregunta tiene que ver con el recaudo. Hay compañías que en la actual coyuntura no pueden pagar. Ante una caída vertiginosa y para hacer más efectivo el recaudo ¿qué está haciendo el director de la Dian para agilizar la factura electrónica? Llevamos años hablando de la implementación de la factura electrónica pero hoy solo el 5% de las empresas lo usan.
El viernes pasado le aprobaron a la Dian, vía Conpes, su Plan de Modernización que incorpora tecnología y una ampliación sustancial de la planta. Es decir, la modernización de la entidad depende de su implementación.
Ante esta nueva situación de caja de las empresas cómo van a implementar auditorias, anticipos, facturas electrónicas. Esta última es la más importante porque permite tener toda la información en línea y sería más fácil: recaudo, devolución de saldos, entre otras.
Antes de la pandemia, el 60% de los ingresos del país venían del recaudo. El reto de la Dian es que la caída de ese número dure lo menos posible para dejar de vivir endeudados y tener una estructura fiscal sana.