Podíamos titular esta columna diciendo “La gran importancia de la policía” pero somos humildes y solo afirmamos que la institución Policía Nacional es importante para el país, la sociedad y el andamiaje democrático tradicional a nuestra forma de gobierno.
Las pruebas de lo afirmado saltan a la vista, no bien se confirmó el triunfo en las urnas de Gustavo Petro, hecho que lo ratifica como futuro presidente de Colombia, y que el nuevo mandatario manifestara su intención de trocar en el ordenamiento administrativo del gobierno la dependencia de nuestra institución, para que llovieran rayos y centellas desde diferentes ángulos, unos a favor del cambio y otros reticentes a la idea; radicales los unos y los otros. Lo curioso es que nadie abogo por el análisis, el debate. No hay preocupación por un vistazo serio a la historia del país, donde la Policía Nacional ha jugado un papel de primer orden, y mucho menos, estudiar los motivos de gobiernos anteriores, que llevaron esta regia institución a pertenecer a la fuerza pública contemplada en nuestra Carta Magna.
Y qué decir del sin número de cavilaciones sobre los futuros cambios en la línea de mando institucional, como si ello marcara el derrotero del gobernante y la personalidad de su gobierno. Se sorprende uno que nuestros conciudadanos se muestren más preocupados por la cúpula policial que del mismo gabinete, no se han barajado nombres de futuros ministros y si estamos a la expectativa de si hay o no nuevo director en la policía nacional. ¡Qué importante es nuestra policía!
Estamos seguros que este proyecto del señor presidente electo pasara por el tamiz del debate, seguramente quien corra con la responsabilidad de estudiar y presentar una investigación profunda sobre el tema se rodeara de personas solventes, conocedoras de la institución y sus cuitas, aquellos éxitos, aciertos y errores. Hombres y mujeres con este perfil los hay muchos y muy versados, quienes podrán aportar luces, porque este debate ya se ha dado y conocemos los profesionales de policía, las bases, doctrina y filosofía institucional, como percibimos la situación de conflicto que vivimos y el papel tan preponderante que juega la policía de cara al futuro. ¡Qué grande es la policía!, esa institución que hace parte de la fuerza pública dependiendo del ministro de la Defensa y no del ministerio del Interior, como muchos equivocadamente los sostienen, equivocación de grandes consecuencias para la organización del cuerpo, que durante el futuro debate se debe despejar.
No podemos ignorar la estela de triunfos en la lucha contra el narcotráfico, con esa cuota de sacrificio reconocida tanto a nivel nacional como internacional. Mirar hacia la policía es reconocer su importancia y grandeza. Bienvenido el debate abierto, claro y desprevenido.