MARÍA ANDREA NIETO ROMERO | El Nuevo Siglo
Martes, 12 de Junio de 2012

De salud pública

 

La drogadicción es un asunto de salud pública en Colombia. Por esa razón es importante la presentación del proyecto de ley la semana pasada del senador Juan Manuel Galán. Sin embargo, fue desconcertante que la iniciativa no haya sido acompañada de unos estudios que la sustenten. 

Mejor dicho es lamentable que se pierda este esfuerzo por falta de contundencia para que pueda ser sustentada. Y es aún más patético que el senador Galán afirme que no sabe cuántos drogadictos hay, cuál es el impacto fiscal, dónde están las concentraciones de drogadicción y peor aún que supuestamente no se puede tener acceso a esta información porque el adicto no busca ayuda.

Como lo he repetido infinidad de veces desde este espacio, la raíz de la drogadicción se siembra en los primeros meses de vida y es prevenible si los bebés logran recibir una lactancia prolongada entre seis meses y un año de edad. El sustento científico de la lactancia demuestra que por segundo se generan hasta dos mil conexiones neuronales producto de la segregación de dos hormonas: la oxitocina y dopamina.

Estas dos hormonas son claves en el desarrollo emocional de un bebé porque la dopamina calma, centra y tranquiliza, mientras que la oxitocina, conocida como hormona del amor, facilita el proceso de comunicación y recepción de las caricias y ternura. Estas dos hormonas siembran en el cerebro del bebé las bases de un desarrollo emocional equilibrado.

Ahora bien, la clave del éxito de la lactancia es que esta debe ser un estímulo que se reitere cada 24 horas para que el cerebro pueda hacer la integración del amor que recibe de su madre, la tranquilidad y seguridad que le producen sus brazos, ya que de lo contrario, las conexiones neuronales se pierden por falta de repetición.

Cuando el cerebro del bebé carece de dopamina y oxitocina, entonces segrega corticoides que producen estados de ansiedad e intranquilidad y si el estímulo de éstos es reiterado el cerebro aprende a vivir en estado de alerta y luego cuando se hace adulto, busca calmar la ansiedad y por lo general la drogadicción comienza con el consumo de drogas “menores”. De hecho el principio activo de la marihuana es la dopamina.

Así que la drogadicción sí es un problema de salud pública y es más económico prevenirla que curarla. Y para prevenir hay que invertir en programas de atención primaria a las familias de todos los estratos económicos. El senador Galán tiene una tarea importante por hacer. Ojalá la haga.