MAURICIO BOTERO MONTOYA | El Nuevo Siglo
Domingo, 21 de Agosto de 2011

 

El flemático inglés
“Está mejor que la mayoría de naciones de la vieja Europa”
EN  Inglaterra hay una insurrección de índole muy rara. No es un cacerolazo de pobres, ni de minorías étnicas hindúes o africanas. No. Se trata de jóvenes ingleses que se ponen de acuerdo en Internet para asaltar almacenes. Prefieren aquellos de consumo conspicuo. De productos de última generación, costosos. De computadores, celulares, videojuegos, pantalla plasma, ropa de marca. Son jóvenes de clase media aún si también algún profesor de escuela, pero en su mayoría más jóvenes. La policía no supo qué hacer en las primeras asonadas. Estaba perpleja hasta que se produjo la primera muerte. Ahora el asombro llegó al Gobierno, a todo el estamento político. Llaman a consulta a los trabajadores sociales que trabajan en los suburbios insurrectos de Manchester, Leeds y Londres, el diagnóstico es el mismo. Se trata de sectores casi adolescentes, en su gran mayoría de clase media, blanca, anglosajona, decididos a robar en asonadas aquellos lujos que el ingreso familiar no proporcionó.
La sociedad consumista muerde su propia cola. Medio siglo de propaganda comercial agresiva, día y noche, por todos los medios. El consumismo exacerbado y dirigido reventó el autocontrol. Se negó cualquier forma de continencia. La satisfacción es aquí y ahora. Si el capitalismo como creación última de la cultura anglosajona seca al río Tchad en África, si deshiela los polos, poco importa. Hay que dejar su engranaje intacto sin control humano, libérrimo. Es el himno de Tea Party en Estados Unidos que Murdock el tiburón chuzador reitera en su canal Fox. El mundo ha sido afectado quizás mortalmente por un sistema económico eficaz ayer, pero hoy, derrotado el comunismo, peligroso en estado puro. Estados Unidos no sabe qué hacer. Bush le rompió el espinazo con dos guerras inganables y un gasto bélico que negaba la ideología que decía profesar. Las decisiones favorecieron a un engranaje militar-financiero-petrolero a costa del liderazgo mundial de esa súper potencia. El Nobel de Economía, Paul Kruger, afirma que la crisis de EE.UU. no es por el fracaso político que puso de relieve la clasificación de Standard and Poor’s. Afirma que el desempleo de los adultos crece desde hace cinco años. A eso se une la proyección para la Unión Europea, que hoy tiene 22% del PIB mundial, pero en 2030 tendrá 5%. Parece que el viejo Occidente va de cola para el estanque. Sin embargo, lo que ocurre en Inglaterra no es explicable por cifras. Ese país está mejor que la mayoría de naciones de la vieja Europa en términos económicos. Los desempleados tienen más subsidios. Pero su síntoma es mucho mas grave. Señala el espíritu mismo del consumismo capaz de tomar por asalto almacenes de lujo a pesar de tener sus necesidades físicas bien satisfechas. Esto en el flemático pueblo inglés.