En un país que pasa por un agobiante momento de división y pesimismo, hoy quiero destacar una empresa y un personaje que nos enorgullecen y nos unen.
Ir a cine es algo que ha disfrutado desde niña; por eso la campaña Ruta 90 de Cine Colombia, concebida para celebrar sus 90 años de existencia, me parece una iniciativa fascinante.
Cine Colombia, en alianza con la Armada Nacional se propuso llevar, de julio a diciembre del 2017, cine a 90 municipios en 14 departamentos. Para ello seleccionó las poblaciones más pobres y alejadas del país; según el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas del Dane. Todos pueblos que inconcebiblemente carecen no solo de teatro sino también de servicios primordiales para cualquier comunidad: alcantarillado, alumbrado eléctrico, centro de salud y escuelas bien dotadas.
En muchos casos, por trochas casi insalvables; en otros, transportado por vía acuática, en planchones de la Armada Nacional, un moderno camión, equipado con todo lo necesario, llevó la magia de la gran pantalla, sus fantásticas imágenes, historias, colores y sonidos, a poblados de inmensa belleza, pero tristemente olvidados. Algunos inmersos en medio de la selva, o al borde de nuestros grandes ríos; otros, enclavados en medio de los Andes o las dunas de arena de la Guajira, desde donde se divisa el azul inigualable del Caribe.
Cada comunidad creó su propia fiesta para recibir el evento. Fueron momentos inolvidables cuando llegó el camión, se montaron los equipos, se instalaron los asientos, en algún lugar del pueblo, y los pobladores compartieron, bajo las estrellas, una película. ¡Qué historias se contarán de cuando llegó el cine al pueblo!
Todo lo hemos visto en los cortos presentados en las salas de Cine Colombia; las bandas de música y bailes recibiendo al camión, la alegría de los niños, las sonrisas de los ancianos carentes de dientes, los marinos, los técnicos, las comunidades, todos encantados participando. ¡Puro Realismo Mágico! Como en un cuento de García Marquez.
Felicitaciones a Cine Colombia y a la Armada Nacional. Han creado memorias inolvidables en los pobladores de los lugares visitados.
Vicky Colbert es una mujer que nunca deja de sonreír, quizá porque su trabajo ha traído tanto bien a los niños colombianos. La socióloga y sicóloga, Colbert ha dedicado su vida a la enseñanza y más de 30 años al desarrollo de la Fundación Escuela Nueva (FEN), educación centrada en la capacidad individual de cada niño. Su propuesta: el niño debe ante todo, “aprender a aprender”.
FEN da herramientas al docente para lograr la participación del alumno, haciendo preguntas, explorando y proponiendo soluciones, compartiendo y colaborando con sus compañeros, a su propio ritmo, participando de sus conocimientos con su familia y su comunidad. Creando así valores, democracia y paz, a través del dialogo y el trabajo en equipo.
“Todos hablan de paz, pero nadie educa para la paz. Se educa para la competencia y este es el principio de cualquier guerra. Cuando eduquemos para cooperar y ser solidarios, unos con otros, ese día estaremos educando para la paz,” María Montessori. Este es uno de los principios de FEN.
El trabajo de la doctora Colbert ha recibido múltiples reconocimientos mundiales y ha sido adoptado en 16 países, con impacto en la vida de millones de niños. Su obra honra a Colombia y merece nuestro aplauso.
Queridos lectores ¡Feliz Navidad!