Desafíos y soluciones urgentes en el sistema carcelario y penitenciario de Colombia, un llamado a la acción.
Nadie discute que la situación de seguridad en el país es grave, por fortuna tenemos muchas y variadas propuestas venidas de los expertos en el tema, acompañadas todas de una gran preocupación general, eso también es una gran verdad, que pareciera nos proporciona calma, pero la amenaza y sensación de inseguridad sigue latente y vigente, no lo podemos desconocer.
Con las nuevas administraciones municipales que conquistaron el voto a su favor gracias al compromiso de luchar por la seguridad, la sociedad abriga la posibilidad de alcanzar un estado si no de total tranquilidad, por lo menos de saberse escuchada y atendida en sus clamores. No tenemos dudas que todas las administraciones pondrán su mayor empeño en esta tarea, que compromete no solo las cabezas administrativas, sino a los gabinetes en general.
Así la gran pregunta es cuál sería la estrategia que las administraciones emplearían para enfrentar tamaño reto, sabiendo que la intimidación esta sobre diagnosticada y se conocen las diferentes causas que nos han llevado a este estado tan lamentable de victimización ciudadano, donde la falta de compromiso, coordinación y organización administrativas, dificultan atender la demanda que en diferentes sentidos hacen las autoridades y la fuerza pública en busca de herramientas de toda índole, para satisfacer una problemática con ribetes sociales que compromete todos los tejidos vecinales ya que el desafío, como la solución son transversales.
El aporte que desde nuestra óptica podemos hacer va dirigido al componente justicia, pues toda sociedad sabe que su seguridad y tranquilidad están sustentadas en una eficiente y pronta justicia. Donde ella brilla hace presencia la paz y, con ella, todos los estratos que componen una sociedad quedan a salvo de malhechores y delincuentes.
En nuestro caso y para lograr una salida seria a la problemática social que nos ha llevado a este estado de cosas, es urgente, primero, controlar la migración en todo sentido, migración que el país soporta estoicamente aun sabiendo las consecuencias que trae su falta de control y, por otro lado, contar una infraestructura carcelaria y penitenciaria que permita responder a la demanda que esta delincuencia galopante está generando.
La situación que vive la capital del país en ese sentido es caótica y no obstante la Corte Constitucional haberse pronunciado en sentencia públicamente conocida, no se ven ni perciben actividades tendientes a la atención de esta insolvencia, tanto de recursos como de decisiones políticas.
La solución está a la vista. Existen empresas especializadas en el tema que pueden asesorar tanto al gobierno central, como los departamentales y municipales, con múltiples estrategias a corto mediano y largo plazo.
Por favor decisiones de fondo prontas y efectivas.