La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia y también Vicepresidente de la República tiene un gran reto y una muy importante labor que cumplir como directora de las relaciones internacionales de nuestro país, ante la ausencia de liderazgo que se había presentado en esa cartera después de la salida del exministro Holmes Trujillo.
Fueron muchos los años que Colombia duró trabajando para cambiar su mala imagen en el exterior; una imagen que fue arrasada por los responsables de las manifestaciones violentas que llevan dándose desde hace ya más de 45 días. La estrategia de la izquierda para mostrar un país donde se violan los derechos humanos y supuestamente se impide la expresión popular a través de marchas, pero no muestran los actos de violencia que algunos marchantes han realizado o los bloqueos de carreteras que han impedido el libre tránsito y la libre locomoción, produciendo incluso el desabastecimiento de alimentos y el perjuicio a los trabajadores y empresas, al verse afectadas en sus materias primas.
La labor de información parcial al exterior y la falta de acción rápida y eficaz de la mayoría de nuestras representaciones diplomáticas que tenemos ante los distintos gobiernos, no sólo causaron la pérdida de la imagen que ya habíamos logrado ganar o incluso recuperar, sino que también prendió la alarma en muchas organizaciones de derechos humanos y gobiernos, con un efecto catastrófico para nuestro país y nuestros compatriotas.
De cualquier forma lo que es claro es que el mal ya está causado y nada ganamos con llorar sobre agua derramada. Son muchos los empresarios internacionales que pensaban invertir en Colombia que congelaron sus ideas, por decir lo menos, pues manifestar que abandonaron sus intereses de invertir en nuestro país sería más realista. Sin embargo, como colombianos debemos pensar positivo y tener fe en que la nueva Canciller, Marta Lucía Ramírez, logre recuperar este campo de acción e interés en Colombia.
Martha Lucia Ramírez además de ser una excelente profesional cuenta con la experiencia adecuada, como no muchas personas, para dirigir y sobre todo liderar esta misión que le ha encomendado el Presidente de la República. Fue Ministra de varias carteras, directora de varias empresas públicas y privadas y en otros casos asesora de las más importantes del país, además de Embajadora en Francia, lo que hace que tenga la experiencia y conocimiento de Estado adecuado.
Por otra parte, el nuevo Embajador de Colombia ante la Casa Blanca repite ese encargo. Creo que Juan Carlos Pinzón es un hombre serio y además experimentado en políticas públicas y de Estado. En mi concepto, sin embargo, han debido designar para este cargo una persona más afín al partido de gobierno americano. No es secreto que pasamos de ser los mejores aliados de los Estados Unidos a un segundo plano por las interferencias políticas que algunas personas en el debate político que llevó al presidente Biden al poder tuvieron, por lo que le espera al embajador Pinzón un mayor esfuerzo en su trabajo y relacionamiento para poder cumplir su misión.
Ayer por fin, todavía como embajador Francisco Santos, se logró que los dos mandatarios conversaran. El presidente Biden le anunció a Duque la donación de 2.500.000 vacunas. Ojalá con este diálogo se inicie la recuperación del nivel de importancia que tenían nuestras relaciones.
Un consejo al nuevo Embajador ante los EE.UU.: Hay que recordar los protocolos diplomáticos. Nos es conveniente ni elegante, que antes de llegar a su destino esté dando declaraciones sobre hechos que suceden, estando acreditada todavía otra persona ante el gobierno americano.