Sensación de seguridad | El Nuevo Siglo
Martes, 15 de Noviembre de 2022

Que difícil  interpretar esta expresión para los medios y autoridades en general, pues en un país como el nuestro, el panorama delictivo lo componen una serie de delitos que, al ojo de las estadísticas, están cambiando constantemente los guarismos, llevando cierto grado de desconcierto a la ciudadanía y administraciones, acompañado de un desconsuelo frustrante frente a los resultados positivos, seguidos de cifras negativas, con crecimiento inesperado y, lo mas grave, es percibir que no obstante lograr un descenso en la presencia de determinados delitos, la ciudadanía se muestra insegura y escéptica por las informaciones inconsistentes.

La verdad es que no es tarea fácil encarar esta problemática, pues la sensación de seguridad es demasiado importante para el ordenamiento en seguridad ciudadana, como que es el resultado anhelado por las autoridades de todo orden ante el conglomerado social. Sin embargo, corre sujeta a una serie de variantes que, sin posar de estadígrafos, podemos contemplar con curiosidad.

Aventurémonos a un ejemplo: están disminuyendo los atracos callejeros gracias a una serie de operativos de autoridades policiales y la ciudadanía observa complacida cómo la justicia se presenta pronta y eficientemente, capturando  delincuentes que transgreden la ley con esta modalidad, pero en una oportunidad se presenta un atraco con armas de diferentes caracterisitcas y la víctima es ultimada con sevicia, utilizando un arma blanca, dificultándose  la identificación y captura de los responsables. Esta sola noticia da al traste con todo el trabajo realizado por las autoridades en el periodo inmediatamente anterior. Y, por lógica, especialmente en el sector escenario del hecho, repercutiendo en todo el ámbito de la ciudad, lo que dilata un buen tiempo para recuperar la credibilidad en las autoridades y la justicia, demandando la ciudadanía prontos resultados en la investigación y aplicación de justicia. Como lo podemos ver, la sensación de seguridad es altamente susceptible y más volátil de lo pensado.

Nos atrevemos a presentar una estrategia que pude ayudar a convencer a las colectividades de que la sensación de seguridad es posible, palpable y medible. Esta estrategia nos conduce a sectorizar las maniobras o programas de vigilancia contra todo tipo delictivo, llevando el récord de eficiencia y estadísticas de actividades en determinado entorno social, buscando la satisfacción personal, familiar y colectiva por los resultados que, de seguro deben darse, sostenidos en la presencia permanente de los vecindarios y el compromiso social que se respalda en la autoridad y justicia -como lo venimos sosteniendo-.

La buena convivencia es el camino para lograr esa sensación de seguridad que se convertirá en orgullo y vanidad del sector, donde cualquier altibajo en las mediciones se pueda identificar, analizar y corregir. Además, que esta satisfacción conducirá a la colectividad a reconocer el esfuerzo y compromiso de las autoridades, tanto administrativas, como policivas y de justicia.