En el mundo estamos afrontando la grave pandemia del coronavirus que inició en Asia y se ha venido trasladando a los demás continentes del mundo.
Es importante tener en cuenta que en Asía y Europa el coronavirus llegó, en el primer caso, cerca de cinco meses antes y en el otro, tres meses antes que en el continente americano, lo que hace que lo más grave de la denominada curva de infección está por llegarnos en los próximos 20 o 30 días. Pero de las cifras analizadas en el caso colombiano, gracias a las medidas tomadas por el Gobierno y respetadas por la ciudadanía, no ha llegado el virus con la fuerza que habría podido llegar; caso contrario es lo que ha venido sucediendo en los Estados Unidos, Brasil y México.
No podemos descuidarnos y debemos tener ‘conciencia’ que en manos de cada cual está tomar las acciones aconsejadas por el Gobierno, como las de usar las protecciones indicadas y tener el cuidado de mantener la distancia prudente entre las personas, el lavado de manos y la desinfección posible.
La apertura paso a paso de las distintas áreas de la economía es esencial para poder dinamizarla y así hacer menos dura la situación financiara de las empresas, el empleo perdido y el futuro de nuestro desarrollo. Sin esta apertura de las distintas áreas económicas, estaríamos expuestos a la quiebra de muchas empresas y a profundizar el hueco fiscal, lo que nos pondría en circunstancias muy graves para nuestro futuro, más aún, cuando el Gobierno tendrá que seguir tomando medidas de salvamento económico, tanto a las familias como a las empresas colombianas que están en serias dificultades como consecuencia del coronavirus.
La incertidumbre que hoy tenemos en las distintas actividades y decisiones empresariales es muy grande. No es para menos. Nadie en el mundo hasta hoy ha podido descubrir una respuesta clara y eficiente para poder combatir el coronavirus y tampoco tenemos, hasta ahora, el descubrimiento de una vacuna que permita dar una solución real a esta pandemia. Por tanto, no sabemos hasta cuándo tendremos en el mundo este virus, lo que hace que todos nos tengamos que acostumbrar a vivir con él y paralelamente recuperar el positivismo y optimismo
La incertidumbre se volvió un elemento tan grave o más que el mismo coronavirus.
Los países después de esta pandemia vivida no estarán en las mismas condiciones de crecimiento y desarrollo con la velocidad que veníamos; si analizamos el tema político, tenemos que tener cuidado que surjan ideas populistas y líderes demagogos traten de aprovechar los acontecimientos que estamos viviendo, en provecho de sus ideas y sus propios intereses.
Todo lo vivido también nos ha dado una serie de lecciones que no debemos olvidar. Ejemplo de ello son la protección que debemos dar a nuestra naturaleza, el cuidado del medio ambiente, la buena y equitativa distribución de nuestra riqueza e ingresos, la adecuada infraestructura y buena atención a la salud de todos los seres humanos, la sólida educación que debemos darle a todos, la recuperación de los valores (tanto éticos como de costumbres morales), la pronta y adecuada justicia, la guerra total a la corrupción, el crecimiento y desarrollo con equidad y el respeto por la libertad de expresión en el marco de un Estado de derecho. Todas ellas son el camino que debemos construir y defender.
En un próximo artículo me propongo reflexionar lo que pondría ser el nuevo contrato social.