El futbolista argentino Emiliano Sala murió a causa de "lesiones en la cabeza y en el tronco", según una investigación judicial realizada en Inglaterra, que este lunes celebró una vista sobre su fallecimiento en un accidente aéreo en el Canal de la Mancha.
Sala, de 28 años, acababa de fichar por el Cardiff City de la Premier League inglesa de fútbol y volaba a la ciudad galesa para incorporarse a su nuevo equipo, tras haber dejado el club francés de Nantes, cuando su avioneta desapareció mientras sobrevolaba el canal de la Mancha el 21 de enero.
Los restos del aparato se encontraron más de dos semanas después en el fondo del mar. El cuerpo del delantero fue recuperado, pero su piloto, el británico David Ibbotson, sigue desaparecido. El avión permanece sumergido.
En una breve vista en Bournemouth, en la costa sur de Inglaterra, se abrió este lunes una investigación judicial sobre la muerte de Sala.
La autopsia presentada en la audiencia determinó que la causa de la muerte de Sala fue por "lesiones en la cabeza y el tronco". Sala fue formalmente identificado por sus huellas dactilares.
En el derecho inglés, estas investigaciones judiciales se llevan a cabo para examinar las muertes repentinas o inexplicables.
Su objetivo es determinar la identidad del difunto, el lugar y la hora del fallecimiento, así como la forma en que se produjo la muerte. Pero no buscan establecer responsabilidades.
"La policía, la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos y la Autoridad de Aviación Civil continúan con sus investigaciones", precisó el oficial forense Ian Parry durante la audiencia.
Después de que las autoridades británicas decidieran la semana pasada abandonar las operaciones submarinas, se lanzó una campaña de recaudación de fondos para relanzar la búsqueda de Ibbotson, que ya ha alcanzado la mitad de su objetivo de 300.000 libras (385.000 dólares, 340.000 euros).
"Si tienes esperanza, no debes rendirte", dijo su hija Danielle al canal británico ITV TV.
El Nantes rindió un último homenaje a Sala el domingo: todos sus jugadores llevaron una vestimenta negra, sin su característico amarillo, con el nombre de Sala escrito en la parte trasera de cada camiseta.
Las entradas para el partido se vendieron a un precio simbólico de nueve euros en memoria del número de camiseta del jugador argentino, que fue retirado.