SI DE algo sabe el deporte estadounidense es de espectáculo, audiencias y ganancias. Reyes imbatibles en fútbol americano, baloncesto y béisbol, en donde mueven miles de millones de dólares cada temporada, decidieron hace varias décadas irrumpir en la disciplina más practicada en todo el mundo: el fútbol soccer.
Desde hace cinco décadas apostaron por fichar a los grandes astros del balompié, así fuera en sus últimos años de competencia, en un esfuerzo por atraer afición, patrocinios y posicionamiento global de su campeonato.
Tras la era Pelé en los años 70, cuando el mito brasileño fichó por el Cosmos de Nueva York de la extinta North American Football League (NASL), y la era David Beckham en los 2000, cuando lideró a Los Ángeles Galaxy, este año llegó el turno de la era Messi en la MLS.
A pocas semanas del aterrizaje del astro del fútbol gaucho en la liga estadounidense, el resultado difícilmente podía ser mejor. El interés y seguimiento a los partidos del Inter de Miami sobrepasó todos los pronósticos y el fútbol se abre camino cada vez con más fuerza entre los deportes de más audiencia en el competido mercado norteamericano.
Las taquillas en cada partido en donde juega Messi, la audiencia en medios, el entusiasmo desbordado de la afición latina y estadounidense en todas las plazas, las ventas de camisetas, el aumento de patrocinios… Una verdadera locura lograda en menos de dos meses. Algo sin antecedentes.
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¿Quinta liga?
De hecho, con el 10 argentino la MLS ve posible su viejo anhelo de ser una de las grandes ligas mundiales.
La llegada de Messi "demuestra el trabajo y la seriedad con la que se está trabajando aquí", dijo semanas atrás el director deportivo de la MLS, Alfonso Mondelo. "Los jugadores nos han tomado como una liga de destino, los dueños de los equipos han hecho una gran inversión en infraestructuras y las audiencias han crecido en los últimos años", agregó.
"Y ahora tener al mejor o uno de los mejores jugadores de la historia, es la cereza encima del pastel", recalcó el ejecutivo español. "Tenemos la idea clara de que esta va a ser una de las grandes ligas a nivel mundial", señaló.
La apuesta del jugador fue clave. Desoyendo una oferta del adinerado fútbol saudita (cuya última adquisición esta semana fue nada menos que su excompañero en el Barcelona y el PSG, el astro brasileño Neymar), e incluso dejando de lado la posibilidad de volver al club catalán, el capitán albiceleste se decidió por una plaza muy latina como Miami, gestionó para que le contrataran a socios suyos en la cancha como Sergio Alba o Sergio Busquets, y se tomó el desafío deportivo con total profesionalismo y seriedad.
Así las cosas, con pocas semanas en la MLS Messi ya es el emblema de la liga durante un periodo en el que Estados Unidos recibirá la Copa América de 2024, el Mundial de Clubes de 2025 y la Copa del Mundo de 2026, coorganizada junto a México y Canadá.
Según datos de la MLS, los partidos de la liga (antes del aterrizaje del argentino) en el periodo 2022-23 habían tenido una asistencia media de 22.000 espectadores. Entre las cinco principales ligas de Estados Unidos, este promedio solo está por detrás de la NFL (football americano) y MLB (béisbol).
"Hemos tenido asistencias masivas a los estadios, este mes batimos nuestro récord (82.000 espectadores en el derbi de Los Ángeles) y ahora el interés ha pasado por el techo", señala Mondelo. "Todo el mundo quiere ver a Messi. En los estadios donde jugará este año ya es difícil encontrar boletos", precisó.
Si Pelé y Beckham atrajeron a otras estrellas al final de sus carreras -Beckenbauer o Müller en el caso del primero y Henry o Ibrahimovic en el del segundo- el aterrizaje de Messi genera ya un efecto superior, aunque la MLS se haya centrado últimamente en desarrollar jóvenes talentos como el argentino Thiago Almada (Atlanta United).
Incluso, desde 2021, la MLS es la competición de América que más gasta en fichajes y ha tenido ventas importantes a Europa como las de Alphonso Davies o Miguel Almirón.
Primera final
Como si algo faltara en ese escenario, Messi tiene a su mano brindarle al Inter Miami su primer título en la final de este sábado de la Leagues Cup ante el Nashville SC, que pondría el broche a una de las proezas más insólitas en el mundo del fútbol.
En menos de un mes, el astro argentino ha catapultado al peor clasificado de la temporada de la MLS hasta la primera final de la historia de la franquicia, en un torneo en el que compitieron 47 equipos de la liga norteamericana y de la mexicana.
Liberado tras una amarga etapa en el Paris Saint-Germain, Messi sonríe más que nunca en Miami pero en la cancha se muestra tan implacable como siempre, avistando ya el trofeo número 44 de su gloriosa carrera.
A sus 36 años, el capitán albiceleste acumula nueve goles en los seis partidos con su nuevo uniforme rosa, varios de ellos para rescatar al Inter de situaciones límite, y tiene casi asegurada la Bota de Oro del torneo.
La presencia de Messi ha disparado las prestaciones de una franquicia sin ningún éxito remarcable y que antes de su llegada languidecía con 11 partidos sin ganar en la MLS, torneo que reanudará este mismo mes.
"Cuando empezó esta competición (Leagues Cup) sabíamos que era un comienzo de cero porque habían llegado un nuevo entrenador (Gerardo Martino) y jugadores nuevos como yo", recordó Messi el jueves pasado en su primera conferencia de prensa en Miami.
"Era una linda oportunidad para empezar a cambiar las cosas y a fijarnos objetivos que son difíciles pero estábamos preparados para intentarlo", aseguró.
Messi ha hecho del ataque del Inter el más temible del campeonato, con un total de 21 goles en seis partidos.
En ese camino, el Inter ha ido despachando rivales con la única excepción de los cuartos de final en la cancha del FC Dallas, donde Messi comandó una agónica remontada que derivó en una clasificación por penales.
El crack de Rosario se declaró "feliz" de haber escogido como nuevo destino la MLS, que ahora se define a sí misma como "la liga donde juega el 'GOAT" (siglas en inglés del Más Grande de Todos los Tiempos).
Por todo lo anterior, se entiende por qué el aterrizaje de una figura del calibre de Messi, flamante campeón mundial con Argentina y candidato a su octavo Balón de Oro, ha logrado también multiplicar el interés por el 'soccer' en Estados Unidos./ EL NUEVO SIGLO - AFP